Cumplir 100 años es más que un triunfo. Significa una historia de vida, experiencia y un legado a la humanidad -en todos los ámbitos de la vida- que los centenarios dejan a las nuevas generaciones.

Un ejemplo es Carlos Mosquera Sánchez, médico obstetra que dedicó su vida a la medicina y al servicio social. El nueve de julio de 2015 cumplió 100 años y al hablar de su legado de más de 35 años en el campo de la medicina, sobresale el reconocimiento que le hiciera Sixto Durán Ballén durante su presidencia como ‘padre’ de 50.000 niños que nacieron en las dependencias de la Clínica Maternidad Mosquera, ubicada en el Centro Histórico de Quito.

Este centro médico ha prestado ayuda a mujeres de bajos recursos económicos, en especial de Quito.

Su dedicación al cuidado de la maternidad también significó que el 90% de partos sean normales y apenas el 10% por intervenciones quirúrgicas.

Carlos Mosquera nació en Ambato. De niño ayudaba a la economía familiar vendiendo el pan de pinllo. Luego, en Quito realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Mejía, institución en la cual fue campeón de box. A los 17 años ingreso a trabajar en el Hospital Militar Territorial como camillero-enfermero. Esto marcó lo que sería su vocación y vida futura.

En 1940 se graduó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Central y luego viajó a Argentina a especializarse en ginecología y obstetricia, en los hospitales Churruca y Rivadavia.

A su regreso fue docente de la Facultad de Medicina y posteriormente decano, cuando la institución cumplió 150 años de vida. La construcción de los primeros edificios fue gracias a su gestión.

Entre las obras de Carlos Mosquera Sánchez se destaca la fundación de la Escuela de Obstetricia, la Dirección de la Maternidad Isidro Ayora.

El doctor Mosquera Sánchez también ostenta el grado de Prefecto de Sanidad y luego el de coronel de Policía más antiguo del país y uno de los principales impulsores del Hospital de la Policía Nacional, razón por la cual sus familiares solicitan que esta casa de salud lleve su nombre.

Por medio de la Fundación Médica Ecuatoriana, Mosquera, de cuya institución es fundador, ha servido a miles de ciudadanos de diferentes provincias del país. El personal de la Fundación representa 220 profesionales entre médicos, enfermeras, auxiliares, abogados, administradores. Más de 15 son madres comunitarias, parvularias y facilitadores en educación. Por ello, la Presidencia de la República, la Asamblea y el Gobierno de la Provincia de Pichincha le han entregado acuerdos de reconocimiento.

Otro de los legados de Carlos Mosquera constituye la formación de un grupo de más de 40 descendientes especializados en ginecología y obstetricia que ejercen desde el ámbito privado y público su labor, con el concepto de atención médica social para llegar a las personas que más necesitan estos servicios.