“He tratado de que se convenza de lo fuerte que es, porque cuando crees en ti mismo llegas más lejos”, menciona Martín Sáenz, entrenador de Joana Córdova, la ecuatoriana que desde las 07:00 de hoy participará en la edición 2015 de la Copa Stretto Cannondale, a desarrollarse en Lo Barnechea, Santiago de Chile.

Y vaya que Joana en cada reto le da mayor crédito a sus posibilidades. Este año se adjudicó la medalla de bronce en el Campeonato Nacional de Cross Country Olímpico de Colombia, ganó el Tour de Montaña Zuleta y quedó segunda en los torneos ecuatorianos de cross country olímpico y de maratón.  

“Mi interés al correr en el Campeonato Nacional de Cross Country de Colombia era medirme a las colombianas pues, como todos saben, ese país es una potencia en ciclismo. Fue una sorpresa acceder al podio porque mi prioridad era disfrutar y aprender, pero cuando me vi en buena posición lo di todo y, al final, quede tercera en mi categoría”, relata la capitalina.

En esta segunda salida, según Sáenz, la intención de Joana es adquirir experiencia, terciar con chicas de más países y conocer su real dimensión competitiva y, a partir de aquello, plantearse mayores retos para 2016.

La Copa Stretto Cannondale es una prueba de maratón con rutas muy técnicas; la pedalista ‘tricolor’ terciará en la distancia completa, que exige correr 40 kilómetros; además existen la distancia media, 25 kilómetros, y la familiar, 10 kilómetros. La justa tiene el aval de la Unión Ciclística Internacional (UCI). Si logra ubicarse entre las 20 primeras, clasificará al Mundial de Maratón Ciclística de 2016.

De la diversión al compromiso

Nadie pensaría que su menuda envoltura de 1,50 metros de alto y 45 kilos de peso encierra una resistencia física envidiable y, sobre todo, una determinación a prueba de fuego.

Sus inicios en las actividades extremas se remontan a la adolescencia y comenzaron más por curiosidad y diversión que por dibujar su figura en el podio.

A través de una palanca imaginaria, Joana le pone retro a su memoria y se estaciona en 2007. Revive el momento en el que Santiago Canala, Gabriel Rivera y Nicolás Arellano, compañeros suyos en el Liceo del Valle, le propusieron integrarse al equipo que conformaban para lidiar en la brega de deporte aventura Geo Challenge.

El primer lugar que alcanzaron en aquel desafío sorprendió a todos y le dio un giro total a la existencia de Joana y Santiago, quienes descubrieron en aquel potencial un estilo de vida. En el caso de Joana, aquella medalla de oro le granjeó la atención y el respeto de otros exponentes. No paró de recibir invitaciones para presentarse en lances de largo aliento.

La Vuelta al Cotopaxi, el Huairasinchi, el Reto Salud, el Nonstop... se convirtieron en una colección de esfuerzos, lecciones y realizaciones. Poco a poco, lo que comenzó como un entretenimiento se transformó en compromiso.

El deporte aventura caló tanto en el espíritu de la joven, que su familia no tardó en vincularse a esta afición. Su padre, Enrique Córdova, le regaló su primera bici montañera y su hermano mayor, Andrés (30 años), asumió las funciones de asistente personal y mecánico del ‘caballito de metal’.

“Con Andrés practicamos y competimos juntos y para nuestros padres lo que al inicio eran viajes de compañía, ahora son paseos. Van con nosotros casi a todas partes”, refiere.

Con el pasar de los calendarios y el rodar de la bici, Joana reparó en que su verdadera pasión son el cross country olímpico y la maratón a pedal, por lo que dejó de actuar en eventos de aventura y a partir de este año se focalizó en duelos de ciclomontaña.

Bajo la orientación de Martín Sáenz y Gonzalo Calisto siente que su desempeño vuela en un globo aerostático, se eleva y se eleva sin parar. “Ha mejorado mucho en lo técnico, pero lo fundamental es que su actitud crece. Antes, cuando se dedicaba al depote aventura, le faltaba decisión. Actualmente la siento, más confiada”, comenta Sáenz.

Trepada en su bicicleta, Joana escudriña un descenso en el Parque Metropolitano; toma posición y se lanza en descenso, a sus 26 años siente que es hora de ponerse a órdenes del éxito, un novio del que nunca querrá separarse. (I)