Un accidente cortó la vida e ilusiones de Franklin Montenegro Suárez, ciclista con discapacidad intelectual que le otorgó a Ecuador varios títulos internacionales.

El pedalista pereció el último domingo; ese día había salido al ciclopaseo en el sur de Quito; su deceso supuestamete ocurrió en el sector de Pueblo Unido, donde se habría impactado mortalmente contra un parterre.

Franklin, de 26 años, se entrenaba para los Juegos Nacionales de Fundación Olimpiadas Especiales, programados para junio, en Quito.

Su ambición era participar en los Juegos Mundiales de 2019, a realizarse en Abu Dabi (Emiratos Árabes).

Nicolás Cueva, gerente de Marketing de Olimpiadas Especiales Ecuador, expresó que el fallecimiento del pedalista deja un profundo vacío en el deporte adaptado nacional. Se solidariza con sus padres, Franklin Montenegro y Verónica Suárez, quienes sufren el dolor de su partida.

Cueva recuerda al exponente nacional como un chico sociable, solidario y luchador, siempre presto a dar más por conseguir sus objetivos.

Santiago Rosero, entrenador de Franklin, lamentó la pérdida del deportista, pero más que nada del ser humano.

Relata que el chico era oriundo de Carchi, pero creció en Quito.

Lo conoció en 2006, “tímido, pero risueño”. Un año después, él y el progenitor del joven experimentaron un enorme susto cuando Franklin pasó por medio de dos camionetas en la avenida Simón Bolívar; los vehículos iban a gran velocidad y no se detuvieron.

“En ese momento pensé que su padre lo retiraría de las prácticas, pero al contrario, siempre apoyó a su hijo, iba a los ensayos. Son personas muy valientes”.

Franklin era muy cariñoso con sus dos hermanas menores, para quienes era un ejemplo. Las distancias en ruta en las que corría eran 10, 25 y 40 kilómetros.

Entre otras conquistas, en los Juegos Mundiales de China 2007 se adjudicó dos medallas de oro y una de plata; en los Juegos Mundiales de Grecia 2011 sumó dos preseas de oro. Ayer fue enterrado en Santa Rosa de Uyumbicho. (I)