La cancha de fútbol se ve bien, pero la pista de salto triple está mal. “En todo lado siempre se apoya más al fútbol”, comenta Frixon Chila, mientras se acerca a su espacio de entrenamiento en el estadio Tsáchila de Santo Domingo. Su meta más importante este año es superar los 16 metros y con ello hacer un buen papel en el  Mundial de Atletismo Juvenil.

Su mejor marca es de 15,92 metros, que le valió para adjudicarse la medalla de plata de su prueba durante el Campeonato Mundial Sub-18 que se celebró en Nairobi (Kenia), el 14 de julio de 2017. 

Instruido por su hermano, Hugo Chila, vicecampeón mundial sub-20 en 2006, Frixon cumple la etapa de preparación general, enfocándose más en el aspecto físico; después se centrará en la preparación especial, en la que se prioriza la técnica.

Hugo (30 años) prefiere no hablar de una expectativa específica dentro del evento global juvenil, que se desarrollará en Tampere (Finlandia) entre el 10 y 15 de julio.

“En un mundial puede pasar de todo, no podemos de momento decir en este puesto podemos quedar, primero debemos clasificar y ver cómo nos ubicamos en el ranking. Mi hermano cumplirá 18 años el 18 de agosto, empieza su andar en la sub-20. Por edad, este año algunos atletas salen de esa categoría y entran otros, se considera todo eso para definir un ranking”, detalla el aleccionador.

Según la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF), la marca base masculina para acceder al Mundial es de 15,60 metros, distancia que en teoría es alcanzable para el santodomingueño.

Homero Salazar, jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), señala que Chila debe buscar su clasificación en eventos oficiales, como campeonatos nacionales o eventos internacionales calificados.

Hugo Chila cita que la primera justa en la que intervendrá su hermano es el Grand Prix Richard Borotó de Cuenca, a escenificarse en marzo. También prevé participar en los Grand Prix de Lima, en abril, y Medellín, en mayo.

Estas presencias se darán de manera independiente de si obtiene o no su paso a Tampere.

Algo que lo tiene en incertidumbre es no conocer aún el Plan de Alto Rendimiento, pues el Ministerio del Deporte no lo anuncia aún. Con esa base, de la categoría en la que se ubique a Frixon -si es que se lo incluye-, se definirá la planificación; este plan determinará los fondos con los que contará para la temporada.

Al referirse a sus necesidades, el atleta indica que por ahora no cuenta con vitaminas ni hidratación y que la pista está en malas condiciones. “Tiene huecos, uno ahí puede lesionarse”.

Recuerda la promesa que hace algunos años hizo la federación provincial en torno a comprar un terreno y dotar a los deportistas de una pista sintética. Los cambios más importantes que se han impulsado en el estadio Tsáchila son el aumento del aforo y el arreglo de la cancha, es decir, temas relacionados a la práctica del balompié.

Hugo entiende que la federación no cuenta con los recursos y hace lo que está a su alcance.

Uno de sus propósitos en 2018 es meter a dos de sus pupilos en la cita universal sub-20, el otro sería Joe Méndez, que próximamente cumplirá 19 años. Su mejor salto es de 15,76 metros.

Frixon, en tanto, se siente motivado. El subcampeonato mundial Sub-18 le sirvió para recibir más atención del Estado y de la empresa privada. Agradece al empresario Jaime Ruiz por el terreno que le entregó tras su podio en Nairobi; está ubicado en la urbanización Ciudad Verde. (I)