Quiñónez llegó al atletismo por exigencia
Atrás quedaron aquellos días de privaciones y angustia que vivió Álex Quiñónez en su natal Esmeraldas por circunstancias de índole económica. Hoy se encuentra en su punto más alto gracias a los éxitos alcanzados en el deporte base y estará en la partida de los 200m a las 05:50 en Londres.
Desde niño se acostumbró a vivir con sus tías, pues su madre, Ana, se trasladó a Guayaquil en busca de ingresos que le permitieran sustentar la educación de sus hijos y no escapó del sufrimiento. “A veces no tenía qué comer”, recuerda.
Después, Álex se trasladó al Puerto Principal para vivir con ella y ahí tuvo diversos empleos; pero por la falta de un trabajo estable se regresó a la “provincia verde”.
Un torneo intercolegial fue el inicio del esmeraldeño en el atletismo, a los 15 años; aunque aquella incursión fue efímera, pues luego de competir en la capital del Tungurahua en su primer viaje a un certamen nacional estudiantil, experimentó cierta frustración por su mal rendimiento.
Sin embargo, el gusto por esta disciplina se “reavivó” y en su reaparición en Cuenca, a los 16 años, tuvo un gran desempeño luego de cumplir una metódica preparación.
Tras 2 años en las pistas dejó la actividad para retomar sus estudios secundarios. Logró graduarse de bachiller y hoy cursa el tercer nivel en la Universidad Luis Vargas Torres, donde estudia Cultura Física.
El año pasado regresó a las competencias y en el Campeonato Iberoamericano de Barquisimeto-Venezuela registró la marca “A”, clasificatoria para los Juegos Olímpicos. En suelo “llanero” marcó 20s34c, con lo que consiguió el oro y batió el récord nacional.
También se colgó la dorada en los 100m (10.33) y una de bronce en la posta de 4 x 100. Esos logros alientan sus aspiraciones de llegar a la final en Londres, “aunque es muy duro, pero nada es imposible”.
Hoy es el sustento económico de su familia en Esmeraldas. Comparte el techo con su madre Ana y sus hermanos gracias a la beca de 887 dólares que mensualmente le entrega el Ministerio del Deporte.
Su pasatiempo favorito es visitar los ríos y playas de su provincia, así como la finca del hermano de su abuela y, ahí, degustar apetitosa comida, especialmente el encocado, el viche, cebiche mixto y pescado frito. (FMR)