Gran Bretaña nuevamente sufrió un  atentado terrorista, esta vez luego de que un hombre arrolló con una camioneta a una decena de musulmanes que se encontraban fuera de una mezquita al norte de Londres, provocando la muerte de una persona y diez heridos.

El hecho ocurrió en la madrugada de ayer fuera del Centro de Bienestar Musulmán, en el barrio Finsbury Park, uno de los más diversos y multiculturales de la capital británica.

Un hombre de 48 años, que fue detenido y trasladado a una comisaría de Londres, arrolló a las personas que salieron de orar en la mezquita y que ayudaban a un hombre que había sufrido un ataque cardíaco. Este último murió y se desconocía hasta el momento si se produjo como resultado directo del atentado o por otras circunstancias. Entre los heridos, ocho se encuentran en estado crítico.

Según la alta comisionada para Scotland Yard, Cressida Dick, se trató de un ataque “contra musulmanes”, y reiteró que los agentes policiales protegerán a la población “en estos momentos tan críticos”.

Posteriormente, la Policía confirmó que el hombre detenido no estaba en la mira de los servicios de seguridad del país y que de inmediato será sometido a un examen psicológico para determinarse si sufría de problemas mentales.

El hombre alquiló la camioneta Pontyclun en un pueblo del sur de Gales, de acuerdo con informes de fuentes policiales.

La primera ministra británica, Theresa May, dijo que el atentado terrorista fue “tan asqueroso” como los recientes registrados en el país.

May participó en la mañana de una reunión de emergencia Cobra en su residencia oficial de Downing Street, a la que asistieron ministros del gobierno y la plana mayor de los servicios de inteligencia y seguridad del país. “Ha habido demasiada tolerancia del extremismo durante años”, dijo la mandataria.

“Esto nos recuerda que el terrorismo, el extremismo y el odio pueden tomar muchas formas, pero nuestra determinación para erradicarlas será la misma quienquiera sea el responsable”, agregó.

Luego de su ponencia, May se trasladó a la mezquita de Finsbury Park, donde habló con líderes religiosos y personas afectadas por el ataque.

Se trata del cuarto atentado terrorista en Gran Bretaña en los últimos tres meses, tras el ataque fuera del Parlamento de Westminster el 22 de marzo, en el que cinco personas murieron y una veintena resultó herida; el atentado en el estadio Manchester Arena del 22 de mayo luego del recital de Ariana Grande, en el que 23 fallecieron y más de un centenar resultó herido, y el ataque en el Puente de Londres y el mercado de Borough, en el que 8 murieron y hubo 48 heridos.

La Policía británica informó que en el ataque de Finsbury Park todas las personas heridas son musulmanas y agregó que estas participaron en plegarias en la mezquita como parte del período religioso de Ramadán.

Varios testigos del atentado indicaron que cuando el atacante bajó de la camioneta tratando de escapar, gritó: “Quiero matar a musulmanes. Quiero matar a musulmanes”.

Abdul Rahman, residente de Finsbury Park que se encontraba en el lugar, dijo a la BBC que en el momento que el atacante trataba de darse a la fuga, logró reducirlo con un golpe. “Lo golpeé en el estómago y luego yo y otros lo tiramos al suelo. Logramos controlarlo hasta que llegó la Policía”, contó.

El alcalde de Londres, Sadiq Khan,  el primer musulmán que está a cargo de la capital británica, indicó que tras el ataque se reforzará la seguridad en   las mezquitas de la ciudad, especialmente en el período de Ramadán.

“Aunque este parece haber sido un ataque contra una comunidad en específico, junto a los atentados en Mánchester, en Westminster y en London Bridge son ataques contra nuestros valores comunes de tolerancia, libertad y respeto”, subrayó Khan.

La BBC informó que el extremismo de grupos de extrema derecha en  Reino Unido aumentó significativamente en los últimos años, especialmente después de la oleada de atentados terroristas en el país.

La cadena pública informó al respecto que el 16% de los arrestos por delitos de terrorismo en el último año fueron clasificados como “extremismo interno”.

Al respecto, el Consejo Musulmán de Gran Bretaña dijo que se trató del ataque islamofóbico “más violento” hasta la fecha contra la comunidad musulmana. “El ataque contra un credo es un ataque contra todos los credos y contra toda la población”, agregó.

Nicola Senior, una madre londinense de cuatro niños, dijo que como ella, muchos están aterrados de salir a la calle. “Nos da mucho miedo que se produzca ahora un ataque en venganza. Tengo miedo por mis hijos, de ir al parque o a la iglesia. Siento que podría ocurrir otro atentado en cualquier momento”, continuó la mujer.

El jefe de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, visitó la zona afectada de Finsbury Park y dijo que “un ataque contra una mezquita, contra una sinagoga o una iglesia es un ataque contra todos nosotros”.

“Tenemos que proteger los credos de todos, la forma de vivir de cada uno de nosotros, ya que eso es lo que nos hace fuerte como sociedad y comunidad”, dijo el líder laborista.

Gran Bretaña, uno de los países occidentales que más dinero destina a la seguridad interna y defensa, mantiene su nivel de alerta terrorista en “severo”, que implica que un atentado en el país es “altamente probable”. (I)

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Hombre agrede con vehículo a policías en París

Un hombre embistió ayer su vehículo contra un furgón policial en los Campos Elíseos de París, que las autoridades calificaron de un “intento de atentado”.

La fiscalía antiterrorista abrió una investigación sobre el ataque, que no causó heridos entre los militares atacados, ni entre los civiles que se encontraban en una de las zonas más turísticas de la capital francesa.  

El agresor murió en el impacto, confirmó el ministro del Interior, Gérard Collomb. Aunque no ha sido oficialmente identificado, medios franceses aseguran que era un francés “radicalizado” y fichado por los servicios de inteligencia. (I)