El ministro de Defensa británico, el conservador Michael Fallon, hizo el inusual llamado tras un aumento de los bombardeos en la ciudad fronteriza de Kobane, donde al menos 400 personas han muerto en las últimas semanas y más de 160.000 fueron desplazadas.

“Turquía podría ayudar en el combate. Todo depende de ellos”, subrayó el ministro. “Esta es una situación que no pueden resolverla solo Estados Unidos y Gran Bretaña, sino la región misma”, agregó.

Fallon advirtió que podrían haber “serias consecuencias” para Medio Oriente en caso de que otros países no se sumen a los bombardeos contra el Estado Islámico (EI). Por su parte, el ministro de Exterior británico, Philip Hammond, advirtió que los bombardeos aéreos por sí solos contra blancos del EI no evitarán que Kobane sea tomada por los yihadistas. Hammond dijo que Londres ‘nunca imaginó’ que el uso de fuerza por aire en los combates ‘cambiaría las cosas a corto plazo’.

La ONU pidió también a Turquía que permita el paso de los refugiados kurdos que huyen de los ataques del EI. Al menos 700 personas están atrapadas.