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Un grupo de intelectuales respaldó al gobierno del partido de los trabajadores

En 25 ciudades de Brasil se defendió la democracia

La marcha a favor de la democracia recorrió las principales calles de Sao Paulo, centro financiero de Brasil.
La marcha a favor de la democracia recorrió las principales calles de Sao Paulo, centro financiero de Brasil.
Foto: AFP
01 de abril de 2016 - 00:00 - Pablo Giuliano. Corresponsal desde Sao Paulo, Brasil

A 52 años del golpe militar que instaló una dictadura desde 1964 hasta 1982 en Brasil, la presidenta Dilma Rousseff alertó sobre el juicio político que enfrenta “sin base legal”. La defensa de la democracia fue motivo de actos en 25 ciudades del país para defender al gobierno y rechazar el “golpe”.

Movimientos sociales se concentraron en las principales ciudades del país para exigir al Congreso que detenga el juicio político por supuestas maniobras fiscales realizadas para sustentar los planes sociales del gobierno. “Esto lo hicieron todos mis antecesores. Esto no es crimen de responsabilidad. Alejar del poder a un presidente electo, sin dudas, es un golpe”, denunció la mandataria ante decenas de intelectuales y artistas que la respaldaron.

Rousseff sabía de lo que hablaba. Ella misma, que integró fuerzas de resistencia a la dictadura brasileña, fue presa política durante casi tres años. Fueron 22 días seguidos de tortura para aquella joven que en 1970 era llamada la ‘Juana de Arco de la subversión’.

¿Nuevo plan Cóndor?

Rousseff usó un paralelo parecido al que invocó el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien calificó la inestabilidad política en los gobiernos “progresistas” de Sudamérica como un nuevo plan Cóndor.

Dijo Rousseff: “Para cada momento histórico el golpe asume una cara. En los procesos que vivió América Latina en las décadas del 60, 70 y 80, la forma tradicional del golpe era la intervención militar. Ahora se usa ocultar el golpe, a través de procesos aparentemente democráticos. Se usa un pedazo de la democracia, no se usa toda. Al golpe en Brasil le dijeron revolución, hoy le están dando otro color porque es un golpe sin base legal. Llamar golpe les duele a muchos. Me piden que renuncie, alegan fragilidad. Les digo que la mujer brasileña es nada frágil y yo soy orgullosa de ser mujer nacida en Brasil”.

La mandataria denunció odio contra los que adhieren al Partido de los Trabajadores (PT). “Necesitamos el fin del odio”, pidió ante los artistas e intelectuales que enviaron su apoyo.  

La gobernante citó el caso de una pediatra en el estado sureño de Rio Grande do Sul que se negó a atender a una niña hija de una militante del PT. Es más, el consejo de médicos de Rio Grande do Sul apoyó a la pediatra. Estas entidades se oponen al gobierno desde que en 2012 comenzó el programa Más Médicos con profesionales cubanos que trabajaban en lugares que los brasileños no querían, en las periferias, las favelas y la selva amazónica.

“Este país nunca tuvo este lado fascista. Tenemos prejuicios porque no somos santos, y debemos luchar contra ellos. Cuando surge el fundamentalismo es muy grave”, advirtió Rousseff. Y al grito de “no habrá golpe” de los artistas, la presidenta alertó que la oposición propone “dividir el país en dos, porque ese es el verdadero golpe”.

El expresidente Lula da Silva, por su parte, dijo a los manifestantes: “Estamos ante un momento histórico, porque de un lado quieren atropellar la democracia con un juicio sin base legal. Del otro lado están los que defienden la democracia desde sus lugares, escuelas, trabajo, iglesias. El movimiento de amor al país no se intimida ante el odio. Esta energía debe dar impulso para retomar el crecimiento”. (I)

PAIS se solidariza con expresidente Lula da Silva

Doris Soliz, secretaria de PAIS, mostró su respaldo al Gobierno de Brasil, de la presidenta Dilma Rousseff, así como al exmandatario José Inácio Lula da Silva, ante los que calificaron como intentos de “golpes blandos” de los poderes fácticos. Soliz señaló que hay “mecanismos de desestabilización” ante lo cual las fuerzas progresistas latinoamericanas están “unidas” y apoyan al gobierno de Rousseff. Recordó que esos intentos se visibilizaron en ese país y también en Honduras, Paraguay, entre otros.

Dijo que Brasil es ahora un país equitativo, en donde salieron de la pobreza más de 35 millones de personas. La secretaria de PAIS indicó que no hay una sola prueba que involucre a Rousseff y Lula da Silva en los presuntos actos de corrupción que les imputan.

Según Carol Delgado, embajadora de Venezuela en Ecuador, los poderes fácticos buscan “imponerse por encima de las leyes, la voluntad popular y los pobres”. Patricio Baquerizo, en representación de Frente Unidos, también rechazó los intentos de desestabilización en Brasil. “Quieren volver a imponer el modelo neoliberal”, dijo Baquerizo.

Valeria Puga, de la Comisión de Relaciones Internacionales de PAIS, señaló que los movimientos y partidos de izquierda seguirán vigilantes de estos procesos. Adelantó que el Foro de Sao Paulo se reunirá en agosto y que en Ecuador se realizará un nuevo Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) en septiembre para analizar los temas que afectan a la región. (I)

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