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Para el Consejo Nacional de Evaluación el informe carece de documentos públicos y de carácter técnico

El Estado mexicano cambia método de medición y reduce niveles de pobreza

Mexicanos encienden velas durante el Festival Internacional de Cantoya en Pátzcuaro, Michoacán.
Mexicanos encienden velas durante el Festival Internacional de Cantoya en Pátzcuaro, Michoacán.
Foto: AFP
22 de julio de 2016 - 00:00 - Paula Mónaco Felipe, corresponsal en México

Sin consultar con otros organismos especializados, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de México cambió su metodología en medición de pobreza, un hecho que en estadísticas se tradujo en un supuesto aumento del 33,6% en los ingresos de los sectores más carenciados del país y borró la información de años anteriores, al clausurar la posibilidad de comparar hacia atrás.

Por medio de un comunicado, el Inegi informó el viernes pasado que cada vez que una encuesta suya registre un hogar con “ingresos sospechosamente bajos” aplicará una segunda entrevista, bajo argumento de que quienes integran el sector más pobre de la población “tienden a declarar menos de lo que realmente perciben”. Aunque el cambio en su sistema de operación afecta los resultados, el instituto no ofreció detalles ni explicó qué entiende por “sospechosamente bajos”. Lo que sí dejó en claro fue que a partir de ahora “los datos no son comparables”.

Su decisión tiene dos consecuencias que han despertado un vendaval de críticas: genera un piso poco creíble para la medición oficial de la pobreza y hace que toda información obtenida a partir del 2015 no pueda analizarse en comparación con lo ocurrido en años anteriores.

Las cifras que resultan del cambio de ruta difieren antagónicamente de la tendencia registrada en años anteriores: el Inegi asegura que durante 2015 el sector más vulnerable de la población mexicana aumentó sus ingresos en un 33,6% cuando del año 2008 al 2014 el incremento rondaba apenas el 2%; y los nuevos datos indican que los hogares más pobres tienen ahora un ingreso trimestral de 8.169 pesos ($ 480), en promedio unos 3.000 pesos por mes ($ 176), cuando en los registros del año 2008 al 2014 nunca superaron los 2.000 pesos mensuales ($ 118).

Un aumento desproporcionado en una economía estancada y al borde de la recesión ya que México apenas alcanza un crecimiento anual cercano al 2,5%, lejos del 5% que prometía el actual gobierno. ¿Cómo creerle al Inegi que los pobres ganan mejor cuando en los primeros 24 meses de presidencia de Enrique Peña Nieto se registraron 2 millones de nuevos pobres?

Fue un organismo estatal, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el primero en reclamar por el repentino cambio de método. “Carecen de documentos públicos de carácter técnico que los justifiquen, y no fueron debatidos técnicamente con Coneval ni anunciados de manera oportuna, por lo que el proceso de captación del ingreso que elaboró el Inegi no fue transparente”, dijo el Coneval en un comunicado.

También cuestionaron organizaciones no gubernamentales como Acción Ciudadana frente a la Pobreza: “el único cambio es que se contó de manera distinta. Por ningún motivo se puede hablar de mejora de los ingresos o reducción de la pobreza”.

El economista y académico Julio Boltvinik calificó de “inverosímiles” a los datos del Inegi y consideró que el único objetivo de su nueva medición es aparentar que los programas estatales de combate a la pobreza tienen resultados positivos cuando no consta que así sea. En entrevista con el periódico La Jornada agregó que otros instrumentos de la misma entidad estatal, como la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, contradicen la supuesta baja en la pobreza porque no existe repunte importante en ingresos durante el año 2015.

El inesperado viraje estadístico afecta la medición general de la pobreza del año 2015, primera que mostraría los resultados del actual gobierno en la materia. También pone en duda la credibilidad de los resultados que, según el calendario oficial, se harían públicos el próximo 26 de julio porque corresponde a Coneval elaborar los reportes anuales pero debe basar sus estadísticas en las mediciones que realiza el Inegi, de acuerdo con el mandato de la Ley General de Desarrollo Social.

Gonzalo Hernández Licona, secretario ejecutivo del Coneval, expresó molestia por el cambio unilateral de método que dijo abona la desconfianza “en un país con historia de sospechas hacia los indicadores”. También cuestionó que ya no podrá analizarse la evolución histórica de la pobreza: “No vamos a poder comparar hacia atrás. No sabremos si mejoramos o no”.

La decisión del Inegi disminuye en automático la distancia estadística entre ricos y pobres cuando diversos indicadores muestran que México es uno de los países más desiguales del mundo. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), aquí los ciudadanos más pobres ganan 26 veces menos que los más ricos y la última medición oficial difundida por Coneval había revelado que en el año 2012, al asumir Peña Nieto la presidencia, el 46.5% de la población vivía en la pobreza y el 80% del total de habitantes sobrevivía con alguna carencia. (I)

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