Michelle Jorrat, director del estatal Servicio de Impuestos Internos de Chile (SII), fue removido este lunes de su cargo tras ser fuertemente cuestionado por su actuación en un sonado escándalo de corrupción política que sacude hace meses al país.

La petición de renuncia del funcionario de confianza del gobierno de la presidenta Michelle Bachelet fue oficializada este lunes por el Ministerio de Hacienda.

"Había un clima global que hizo su trabajo más difícil y por el bien de la institución y para cautelar la institución, se tomó la decisión de pedir su renuncia", explicó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

La oposición de derecha acusó a Jorrat de actuar negligentemente en la investigación sobre delitos tributarios que afecta a dos de los principales conglomerados económicos del país, el grupo Penta y la minera Soquimich, uno de cuyos dueños es el exyerno del dictador Augusto Pinochet, Julio Ponde Lerou.

Ambos grupos son investigados por delitos tributarios luego de pagar a políticos mediante el uso de boletas por servicios no prestados.

Jorrat, que trabajó en la campaña electoral de Bachelet, es acusado de retardar la investigación en el caso de Soquimich, que usó la fórmula de las boletas falsas para desvíar fondos para el pago de varios colaboradores cercanos a la mandataria.

La destitución "era algo absolutamente necesario", criticó el presidente del principal partido opositor, Hernán Larraín. No obstante, agregó, "puede considerarse tardía, porque son varios los meses en que el servicio revelaba estrategias contradictorias respecto a estos casos".

El escándalo ha remecido a Chile en los últimos meses, y hasta ahora involucra tanto a políticos de la oposición como del gobierno, dejando de manifiesto el extendido uso de boletas por servicios no prestados para el financiamiento de la actividad política.

El mecanismo significaba un daño al fisco, toda vez que las empresas descontaban impuestos por estos servicios. No hay un cálculo oficial que cuentifique aún el monto defraudado, pero sólo los dueños del grupo Penta pagaron 10 millones de dólares por impuestos no pagados. (I)