Autodefensas llegan a la capital del estado de Guerrero

Unos 500 policías comunitarios, del Frente Unido de Seguridad para el Desarrollo del Estado de Guerrero (Fusdeg), llegaron ayer a Chilpancingo, capital de esa jurisdicción, para ofrecer resguardo a la población.  

Explicaron que fueron a Chilpancingo porque a pesar de la llegada de miles de soldados y policías federales, “las extorsiones, cobros de piso y asesinatos continúan”.

Medios de prensa locales reportaron que este grupo de autodefensa, algunos de sus integrantes armados con escopetas, permanece en los límites de Petaquillas, localidad situada en el municipio de Chilpancingo, porque la población está harta de la inseguridad.

El comisario Arquímides Vargas expresó que pese al blindaje de 3.000 militares y 1.000 policías federales en Chilpancingo, los actos de tortura, extorsión, secuestros y asesinatos en Petaquillas se mantienen al alza, de ahí la petición de apoyo a los comunitarios.

En tanto, el comandante Francisco Quintero, del 50 batallón de Infantería, les pidió retirarse hacia otra zona, pues quieren impedir que fijen puesto en ese lugar, el cual enlaza con el centro de Chilpancingo.

Sin embargo, los policías comunitarios dijeron que no se retiran.

Conformado en enero de 2014, luego de separarse de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), el Fusdeg cuenta con presencia en comunidades como El Ocotito, Mazatlán, Palo Blanco, entre las más grandes de la capital estadual de Guerrero.  

Guerrero es uno de los estados mexicanos que más sufre por los carteles del narcotráfico.