El economista Henry Acosta jugó un papel tan discreto en los diálogos de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que se puede decir que casi fue secreto. Pero su labor como facilitador en ese proceso fue determinante. No solo fue el conducto para que se dieran los primeros contactos entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla, sino que su nivel de interlocución con las dos partes le permitió tender puentes en momentos muy complicados de la negociación.

Acosta, exfuncionario de las Naciones Unidas de 68 años, pasó los últimos cuatro años de su vida entre La Habana, sede de los diálogos con las FARC, y Cali, donde reside.

Él sabe que fue protagonista y testigo de excepción de un acontecimiento histórico para su país y para América Latina: la negociación de paz que puso fin a una guerra de más de medio siglo y la cual dejó 220.000 muertos y ocho millones de víctimas, desplazadas la mayoría.

Ahora, dice, es necesario que el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la otra guerrilla colombiana, negocie una salida política con el Gobierno para que la paz en Colombia sea completa.

Henry Acosta piensa que al proceso de paz entre el ELN y el Gobierno colombiano, que podría arrancar en su fase pública en Ecuador el mes próximo luego de varios tropiezos, le hace falta un facilitador.

“Ayudaría mucho -dice- alguien que tenga confianza y credibilidad con las dos partes y que pueda manejar las sutilezas de una negociación que son imposibles de manejar en una mesa de diálogos”.

No es que se proponga él para hacer ese papel. Solo considera que un facilitador ayudaría a destrabar ese proceso, en el que Ecuador es uno de los países garantes y será sede de la primera fase pública de negociaciones.

Precisamente este jueves, Henry Acosta iniciará una visita a Ecuador, invitado por la Fiscalía General del Estado, para hablar de su experiencia en el proceso de paz con las FARC, la cual contó en el libro El hombre clave, y sobre las víctimas del conflicto armado en Colombia.

Acosta participará en el conversatorio ‘Paz, Justicia y Derechos Humanos’ y en una ceremonia en la Plaza de la Memoria, como parte de la conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, que será este sábado.
Antes de su viaje a Ecuador, Henry Acosta habló con EL TELÉGRAFO.

¿Por qué cree que el proceso de paz con el ELN necesita un facilitador?

Hay veces en que los delegados de una negociación necesitan de alguien que pueda tender puentes entre ellos y que sea capaz de interpretar, de ayudar, de aconsejar a los delegados. Todo proceso de paz necesita de alguien que cumpla esta tarea. No lo digo por mí. Yo no sé quién pueda ser, pero alguien debe hacer esta función.

¿Para lograr la paz total, luego del acuerdo con las FARC, Colombia necesita negociar con el ELN?

Uno a lo que aspira como colombiano es llegar a la paz total, y para esto es necesario hacer un acuerdo de paz con el ELN. Y esto debe hacerse en el tiempo indicado. Si esto se lograra en agosto o septiembre del año entrante sería excelente, porque se habría logrado el fin del conflicto con las dos organizaciones subversivas del país. Si esto se logra, el ELN y las FARC podrían estar haciendo política en la legalidad, y eso sería excelente, algo histórico.

Pero ha habido muchas dificultades para iniciar la fase pública de negociaciones con el ELN…

Es que se han demorado mucho, y en estos diálogos el tiempo después se cobra. En toda actividad humana el tiempo no se puede recuperar.
Usted, por la experiencia que adquirió en el proceso con las FARC, podría ser un facilitador con el ELN…
Hace más de dos años el presidente (Juan Manuel) Santos me designó facilitador, además de con las FARC, con el ELN, y la carta les llegó a ellos vía las FARC. Pero dijeron que ellos no necesitaban un facilitador, que negociarían directamente con el Gobierno.

¿Y cómo podría ayudar ahora un facilitador?

No hay un manual para las labores de un facilitador, pero lo que le puedo decir es que en todos o en la mayoría de soluciones de conflictos armados internos en el mundo ha habido un facilitador. En Irlanda del Norte hubo un facilitador durante 20 años, que era conocido como Brendon. Esto les sirve a las partes para establecer un diálogo más informal, más discreto, que, muchas veces, en una mesa de negociaciones no se puede dar.

¿Y de la implementación del acuerdo de paz con las FARC qué piensa? Sigue habiendo una fuerte oposición del Centro Democrático y del expresidente Álvaro Uribe y esto puede obstaculizar el acuerdo.

Aquí la clave es que la Corte Constitucional autorice al Congreso (en una sesión programada para el próximo lunes) el mecanismo fast-track o de vía rápida para aprobar las leyes de la paz. Si esto no ocurre, la implementación se puede complicar mucho, no solo porque será muy tardado el proceso legislativo para sacar esas leyes, sino porque el Congreso podrá hacer modificaciones muy profundas a las iniciativas de ley que presente el Gobierno. (I)