El hijo de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, envuelto en un escándalo tras denuncias de "uso de información privilegiada" y "tráfico de influencias", renunció al Partido Socialista, que analizaba su expulsión producto de este caso.

Sebastián Dávalos, de 36 años, renunció al PS después de 15 años de militancia, luego de que él y su esposa, Natalia Compagnon, fueran pasados al Tribunal Supremo de la colectividad en la que también milita su madre, por un millonario negocio inmobiliario en que habrían hecho uso de "información privilegiada" y "tráfico de influencias".

Antes, producto de las denuncias, había dejado su cargo al frente de las organizaciones sociales del gobierno Bachelet.

Dávalos renunció al PS el pasado miércoles a través de una carta, pero sólo este domingo el presidente de la colectividad, Osvaldo Andrade, hizo pública la misiva.

"Ante la inquietud que existe entre algunos militantes del Partido Socialista de Chile, los cuestionamientos de los que he sido objeto en las últimas semanas, vengo a presentar mi renuncia voluntaria al Partido Socialista de Chile", dice la carta, que leyó Andrade en una rueda de prensa.

El hijo de la mandataria quedó envuelto en un escándalo tras conocerse que gestionó personalmente con uno de los hombres más ricos e influyentes del país un crédito por $ 10 millones para que la empresa de su esposa comprara terrenos que luego aumentaron su valor por el cambio en el uso de suelos.
El crédito había sido gestionado sin éxito en varios bancos, por el escaso patrimonio de la empresa Caval, de la cual la esposa de Dávalos es dueña del 50%.

La operación le reportó finalmente una ganancia de unos cuatro millones de dólares a Caval, generando una grave crisis política en el gobierno de Bachelet, que hace un año llegó al gobierno con la promesa de acabar con la "desigualdad" y los privilegios de "los poderosos de siempre".

El negocio es investigado por la justicia, en tanto Bachelet dijo el lunes que desconocía de la participación de su hijo en la tramitación del crédito, y defendió su labor en el gobierno.

Bachelet, visiblemente afectada por un caso que impacta al corazón de su gobierno, afirmó además que su gran prioridad seguirá trabajando por una "nación más justa y equitativa".