Aunque la tecnología permite la interacción social, también facilita la ruptura de muchas parejas. De alguna manera, las plataformas virtuales son concebidas por muchos usuarios como el medio ideal para poner fin a una relación y así evitar hacerlo cara a cara. Hay quienes comparan a este servicio de mensajería con un ‘termómetro’ amoroso, porque si la pareja está conectada y no envía mensajes es que seguramente le pasa algo.

Santiago Andrade (21 años), estudiante universitario, cuenta que el año pasado su novia le escribió un mensaje por ‘WhatsApp’ que lo paralizó.

“WhatsApp era todo para nosotros. Si no teníamos saldo, lo usábamos para conversar, a veces, hasta la madrugada. Un día, mientras chateábamos, ella me salió con esa nota de que nos separemos. Le dije que mejor nos veamos en persona, pero me respondió que para eso estaba la aplicación”.

Santiago no se resignó con el mensaje, así que intentó buscarla, pero ella rehuyó cualquier encuentro. Durante varias semanas guardó el mensaje, porque —según dice— es “medio masoquista”. Lo leía y releía hasta que decidió borrarlo. “Estuvimos saliendo unos meses, creo que pudo ser peor si me enamoraba más”, comenta.

Aunque hay muchos usuarios que relativizan la importancia que tienen las redes sociales y herramientas como ‘WhatsApp’, es innegable que estas plataformas han adquirido un papel central en el día a día de las parejas y, por supuesto, en su vida amorosa.

Según un estudio publicado por el diario español La Vanguardia, los mensajes virtuales que viajan por miles, a través de las redes de Internet reformulan las perspectivas que las personas generan sobre el otro, pero, además, crean nuevas expectativas, esperanzas y deseos al punto de modificar la manera en que se forja una relación.

Cada vez hay más estudios que buscan aproximarse a este fenómeno social, pero ¿cómo ha cambiado el amor en los actuales tiempos del ‘WhatsApp’?

Uno de las aspectos que más polémica ha generado es la función del doble check, es decir la aparición del doble visto tras el envío de un texto. En principio, se pensó que este aviso indicaba que la persona con quien se conversaba había leído el mensaje, pero en realidad significaba que solo lo había recibido.

Esta opción generó malos entendidos, porque al ver esta pestaña daban por hecho que la otra persona lo había leído y si no respondía quizás estaba de acuerdo con el mensaje.

El doble visto —de acuerdo con muchos psicólogos— ejerce, en cierta medida, una función claramente controladora.

Hace 2 años, un estudio afirmaba que 28 millones de parejas del mundo habían terminado por culpa de esta herramienta. En realidad, parece ciencia ficción que esta aplicación pueda influir en una relación, pero hay casos que así lo confirman.

Soledad Fernández comenta que durante varias semanas salió con un joven que “parecía buena nota”, pero que tenía la manía de recurrir a ‘WhatsApp’ para todo.

Incluso usaba esta aplicación para decir “te quiero”, en lugar de decirlo en persona. Por un momento, llegó a sentir que la relación transcurría sin contratiempos gracias a esta herramienta. Aunque esta plataforma los mantuvo comunicados cuando estaban lejos, en algún momento, también los perjudicó. “Un día me envió un mensaje que nunca vi, pero él dio por hecho que sí, los hombres son así. Cuando nos vimos estaba furioso, porque no le respondí y comenzó a imaginarse un montón de cosas”. Yo no me aguanté y le respondí: ‘Entonces cásate con WhatsApp”.

Unas semanas después, cuando se reconciliaron, tomaron la decisión de usar la herramienta solo en casos de emergencia. Los conflictos de pareja, en muchos casos, también se agravan y se manifiestan por medio de esta aplicación.

La cuencana Sonia Rodríguez, psicóloga clínica, advierte que a su consulta han acudido muchas mujeres que les fueron infieles a sus esposos y que ellos las descubrieron por medio de ‘WhatsApp’. Según la especialista, no son hechos inusuales, sino cotidianos y en los que está involucrada la tecnología. Esta especialista también se refiere a los casos, en los cuales deciden terminar una relación a través de esta herramienta. “Siempre será mejor terminar una relación con la delicadeza que esto amerita, vis a vis, y explicando las razones por las cuales decidimos separarnos, en lugar de hacerlo mediante una herramienta digital”, afirma.

La psicóloga considera que muchas personas se han dejado llevar por el facilismo y que ‘WhatsApp’ ha contribuido a ello. “Hay personas que evitan a toda costa enfrentar una situación incómoda, pero eso es parte de la vida”, indica.

En muchos casos, las sospechas comienzan cuando uno de los 2 dedica horas a enviar y recibir mensajes por el teléfono celular, cuando lo llevan a todas partes, cuando lo esconden o cuando el aparato está muy protegido con contraseñas que, al parecer, son ‘imposibles’ de vulnerar.

Sobre este último aspecto, hay muchas personas que admiten haber mirado el teléfono celular de su pareja a puerta cerrada. Tanto mujeres como hombres, al menos una vez, han sentido la tentación de revisar los mensajes.

Cuando consiguen una prueba digital, dan un paso más: los vigilan para constar en el mundo real la aparente infidelidad virtual.

Para Jaime Castro, especialista en nuevas tecnologías, esta herramienta, por sí misma, no complica las relaciones de pareja, “son los usuarios los que contribuyen a ello con sus formas de actuar”.

Paula Vernimmen Aguirre, médica especialista en psiquiatría, precisa que hay “muchas personalidades inmaduras” que utilizan este tipo de tecnologías para perseguir al otro y controlarlo.

La especialista señala que hay muchos conflictos que tienen que ver con el tema los mensajes de ‘WhatsApp’ y, en particular, por estos íconos que acompañan el mensaje y que indican que la persona los vio.

Las parejas suelen decir, “pero si ya viste el mensaje y no me respondes” o “por qué estás tanto tiempo conectado”. Aunque ‘WhatsApp’ es considerada una auténtica revolución en el campo de las comunicaciones, su empleo excesivo puede afectar las relaciones interpersonales, pero es el usuario quien controla la herramienta.

En muchos casos, los mensajes se convierten en pruebas irrefutables de los conflictos de pareja. Como advierten los psicólogos, si la relación ya está deteriorada, este servicio solo será una vía para exponer las divergencias amorosas.