En la naturaleza la poligamia es la regla. En la mayoría de las especies de reproducción sexual se ha visto que machos y hembras copulan con diferentes individuos, incluso las especies monógamas, que se quedan con una pareja toda la vida y que es la excepción, tienen cópulas ocasionales, aunque luego regresen con la pareja de siempre. ¿Somos tan diferentes los humanos a ese comportamiento animal?

Según varios estudios, no. Es un tema candente que puede ser analizado desde varias aristas… pero -nuevamente- la biología puede dar pistas sobre el comportamiento sexual. Según la psiquiatra Judith Eve Lipton del Swedish Medical Center, de Washington, a todos nos gusta la variedad sexual porque nos permite escoger. A los hombres les gusta copular con varias hembras y así diseminar sus genes. Las mujeres somos más selectivas y eso es porque somos nosotras quienes cargamos con los hijos dentro y fuera del vientre. Queremos los mejores genes para ellos. Los machos que se muestren portadores de mejores genes, más recursos, más fuerza, más inteligencia estarán -indirectamente- dando un mensaje de que son buenos especímenes con quienes tener crías.

Hoy los exámenes genéticos de paternidad demuestran que en ciertas sociedades habría un índice de hasta el 10% de niños que no son hijos de la pareja de la madre, sino de alguien más. Según Lipton eso ocurre porque en algún momento a la hembra le convino -por alguna razón física o emocional- copular con alguien más.

Es que la monogamia no es natural. Incluso en muchas sociedades humanas practican abiertamente la poligamia. Pero entonces ¿por qué tanto esfuerzo por favor de ser monógamos? Lipton en su libro ‘El mito de la monogamia’ da una luz al respecto. Vivir en pareja estable aporta al bienestar de los progenitores y de las crías. Vivir en manada siempre fue más fácil que hacerlo en solitario. Lipton agrega algo más.

Ella asegura que hacer patinaje artístico o componer una sinfonía tampoco es natural versus a lo que sí sería caminar o correr. El ser humano no se ha quedado solo con lo que es natural, sino con aquello que va más allá... por eso hace arte o viaja por el espacio.

La monogamia sería una decisión dictada no por la biología, sino por un comportamiento derivado del pensamiento crítico que evalúa las posibilidades a largo plazo. (Continúa). (I)