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El planeta TIENE ROCA FUNDIDA EN SU NÚCLEo

Muchos mitos continúan girando alrededor de nuestra Tierra

Muchos mitos continúan girando  alrededor de nuestra Tierra
17 de mayo de 2015 - 00:00 - María Eulalia Silva

Las fuerzas de la naturaleza que rigen el planeta Tierra son colosales y el ser humano aún no puede -ni de lejos- dominarlas. Aquí van algunas creencias populares sobre nuestro mundo.

¿Es posible que la Tierra sea hueca?

Hasta el día de hoy, y a pesar de que ya sabemos que la Tierra está formada por muchas capas sólidas y que tiene un centro de roca fundida, persiste el mito de que es hueca. Hay quienes dicen que existen misteriosas entradas que conducen a ciudades ocultas donde puede haber de todo: desde monjes tibetanos hasta descendientes de los nazis, pasando por una raza de lagartos gigantescos que salen a pasear en sus platillos voladores y que quieren convertirnos en sus esclavos.

Las entradas al mundo subterráneo varían según el gusto de quien lo diga. En los hielos del Ártico, en la selva amazónica brasileña, en el Tíbet, en el desierto de Gobi, entre las piernas de la esfinge en Egipto, y hasta en la Cueva de los Tayos en el sur del país. Pero como en toda leyenda, nunca se presentan pruebas tangibles.

Según esta creencia, la Tierra tiene una delgada capa y en su centro hay un pequeño sol, lo que permite que vivan animales y plantas. Esta versión, copiada de la novela de ficción Viaje al centro de la Tierra, de Julio Verne, no tiene la menor base científica. Porque las leyes del universo desmienten por completo cualquier posibilidad de que eso sea cierto. No puede haber soles tan pequeños que quepan dentro de nuestro planeta. Porque para poder encenderse y quemar su combustible deben tener al menos unas 300 veces el tamaño de la Tierra. Por no llegar a tener ese tamaño, por ejemplo, Júpiter es una estrella frustrada.

Si la Tierra es caliente por dentro, eso se debe a la abundancia de minerales radiactivos -como el uranio- que al desintegrarse producen calor. Otra prueba son las  reflexiones sísmicas, ondas que se utilizan para buscar petróleo y estudiar la corteza terrestre y que muestran que la Tierra es sólida. Pero la mejor demostración de que la Tierra no es hueca se puede comprobar sencillamente con el peso del planeta. Cuando se multiplica su tamaño por su peso específico, los datos se corresponden absolutamente. Porque si fuera hueca y más liviana sus movimientos de rotación y traslación serían completamente diferentes. (continúa)

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