Ecuador, 03 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

Patrimonio

Marimba o la resistencia de la cultura afro: Charla con Pablo Minda

Marimba o la resistencia de la cultura afro: Charla con Pablo Minda
22 de febrero de 2016 - 00:00 - Xavier Gómez Muñoz, Periodista

Fue el 2 de diciembre de 2015 cuando llegó la noticia desde la República de Namibia, África: la Unesco inscribió a la marimba afroesmeraldeña en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. En 2010 ya lo había hecho con la marimba del Pacífico Sur colombiano. Se trató de un reconocimiento no solo a esta música, instrumento y baile representativo de los pueblos afro del Ecuador y Colombia, sino de un homenaje a la persistencia de sus costumbres, saberes, tradiciones… y a lo que implica, en su conjunto, esta manifestación de su cultura.

Pablo Minda Batallas fue el antropólogo encargado de armar el expediente enviado a la Unesco previo a la declaración. Minda es oriundo de la provincia de Imbabura (nació en la comunidad Rocafuerte, cantón Ibarra), tiene 55 años y es candidato a un doctorado en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Andina Simón Bolívar. Se dedicó al estudio mencionado, el cual está recogido en el libro La Marimba como Patrimonio Cultural Inmaterial, por invitación del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural del Ecuador (INPC). A partir de una charla de poco más de dos horas, Minda entra en detalles sobre los hallazgos de la investigación que dirigió.

¿Qué es la marimba?

Yo definiría a la marimba como un complejo cultural en el que están inmersos algunos elementos. Está el instrumento, que es la parte material, pero también la música, la danza y los cantos tradicionales. Esos son los elementos inscritos en la Lista Representativa inscrita por la Unesco. Este complejo cultural tiene varias implicaciones. La danza podría ser definida como un discurso expresado a través del cuerpo y los cantos tradicionales en la cultura afroesmeraldeña siempre tienen que ver con la espiritualidad.

¿Cómo se expresa la espiritualidad en los cantos de la cultura afroesmeraldeña?

Los cantos tradicionales son los arrullos, chigualos, salves y alabados. Estos están relacionados con la cosmovisión de la población afroesmeraldeña, pero también con la población afrodescendiente del sur de Colombia. Los chigualos se cantan a los niños cuando mueren, los arrullos son cantos de alabanza para los santos y se hacen en las fiestas patronales, mientas que las salves y los alabados se hacen a las personas que han fallecido y sirven para acompañar en la velación y el traslado al cementerio. La marimba esmeraldeña y del sur de Colombia no es solo música que tiene que ver con la alegría y el desparpajo, como muchos piensan. Yo más bien diría que es una combinación: sí, expresa la alegría y la resistencia a través de la danza, pero también tiene que ver con la espiritualidad y la concepción de lo divino.

¿La marimba es también resistencia?

En Ecuador la marimba fue perseguida porque se pensaba que era la encarnación del mal. A través de la marimba y de los tambores la gente no solo se comunicaba con otras agrupaciones, sino que también expresaba goce, alegría. Hay que pensar que eran sociedades esclavizadas, en las que lo lúdico estaba restringido: era considerado pecado cantar, bailar, expresarse libremente. Además se pensaba que a través de la marimba hombres y mujeres expresaban una sexualidad más o menos desordenada. Entonces, la Iglesia emprendió una persecución y recolección de marimbas, bombos y otros instrumentos. Se lanzaban las marimbas al río y después se hacía un acto de purificación.

Ya en el siglo XX, entre los años cuarenta y cincuenta, se prohibió que se ejecute marimba en la calle Bolívar, la principal de la ciudad de Esmeraldas. Pero la población se refugió con su marimba, su música y su danza en Barrio Caliente, que se convirtió en un centro de expresión y resistencia cultural. Sin embargo, cuando hicimos la investigación para el expediente que sirvió de base para el reconocimiento de la Unesco, no nos enfocamos tanto en la historia, nuestro objetivo fue entender cuáles son las funciones sociales que cumple la marimba. Y lo que corroboramos es que la marimba es relevante porque estructura la identidad cultural de la población de la provincia de Esmeraldas y del Pacífico Sur colombiano, donde se encuentra lo que los antropólogos denominamos un área cultural.

Además de estructurar la identidad, ¿qué otras funciones sociales tiene la marimba?

La marimba genera convocatoria, cuando se celebran fiestas cívicas o patronales, por ejemplo. Además sirve para transmitir mensajes, como el que difundió en Esmeraldas el Ministerio de Salud en una campaña de prevención contra el dengue. En el norte de la provincia se está trabajando también con la marimba para la prevención del consumo de alcohol y drogas en los jóvenes. La marimba cumple un rol de embajadora de la cultura afroesmeraldeña y de la población negra del Ecuador.

A diferencia de otros ritmos tradicionales, la marimba es una expresión bien acogida entre los jóvenes...

Exactamente. Y eso ocurre porque tiene una característica fundamental que es el despliegue dancístico, el ritmo, la cadencia. Y los chicos a través de la marimba pueden expresar un discurso: lo que están pensando, sintiendo, lo que son, cómo se relacionan con la sociedad, con los santos, porque en los últimos tiempos la marimba también ha ingresado a la iglesia, como un medio para expresar la religiosidad a través del cuerpo.

Hay una discusión sobre el origen de la marimba, ¿en su investigación a que conclusión llegó?

En la investigación no se le dio tanta fuerza a la historia, sin embargo por los datos que existen se puede decir que la marimba es de origen africano. Pero el tema es que acá, en América, también existe marimba, en México, Costa Rica, Guatemala, Colombia y en varias culturas del Ecuador: no solo en la cultura afroesmeraldeña; los tsáchilas, los chachis y los awá también tienen marimba. Por eso, el interés que ahora tengo no es tanto discutir si fue primero la marimba indígena o la negra, sino estudiar cómo ambas dialogan, cómo se complementan.

¿Cuáles son las diferencias entre la marimba afroesmeraldeña y la indígena?

Yo diría que la marimba de los afroesmeraldeños es más alegre, fuerte y rítmica. Hay un párrafo muy bien logrado del maestro Nelson Estupiñán Bass, que define al baile de marimba esmeraldeña, del cual la Unesco tomó una parte para la declaración:

[…] Una de las características de los bailes de marimba es el estruendo, ventana por la que el hombre negro trasiega su júbilo, con el que cubre momentáneamente su nostalgia y su anterior condición infrahumana. El torbellino, el bunde, el currulao, la cumbia, la caderona, el Andarele, la juga, el bambuco, el fabriciano son sofisticadas naves en las que el hombre negro se embarca, esta vez voluntario y sin otra brújula que el gozo, para un viaje a un continente de anhelos, de sueños y de olvidos […] la mujer negra, en mayor grado que el hombre, con sus cinco sentidos puestos en la música y la letra, es ola espumeante de sensualidad, dialecto retórico de voluptuosidad, culminante e imantada escultura del gozo, frugal geometría que tienta y escabulle presta del varón, torrencial lluvia de incitaciones, fulgurante obelisco del vaivén, partícula gigantesca del huracán marino, copioso muestrario de premeditados esguinces para volver más Eva azabache de lo que de suyo ya lo es”.

La condición histórica, social y cultural que vivió cada pueblo es, sin embargo, la que marca las diferencias. Pero resulta interesante también mencionar que la marimba tradicional es un instrumento que no tiene todas las notas musicales. Y ahí está la magia, porque cada constructor afina la marimba en un tono distinto. Muchos de los músicos salen a caminar en el silencio de la noche y se inspiran en el sonido de los ríos para conseguir esa armonía. Es por eso que la marimba del río Santiago, por citar un ejemplo, tiene un sonido mucho más fuerte, arrebatado, duro, porque ese río es así, frente a marimbas de otros sectores de Esmeraldas que pueden ser más tranquilas o tiernas, como lo son sus ríos.

¿Por qué la Unesco reconoció específicamente a la marimba esmeraldeña y del Pacífico Sur colombiano?

Porque la Unesco no se fijó tanto, digámoslo así, en la materialidad del instrumento, sino en el significado para sus poblaciones. Y a través de la marimba esmeraldeña y del Pacífico Sur colombiano se han mantenido las tradiciones, cultura, espiritualidad y resistencia de estos pueblos, a través de ella se ha articulado y construido su identidad.

¿Cómo ha cambiado la marimba de la época colonial a la que se practica hoy?

Hay un intento de folclorización y mucho énfasis en la erotización de la danza. O sea, en actos cívicos se toca generalmente el ‘Fabriciano’, un baile que expresa violencia, o ‘La caderona’, en la que se muestra una sobreerotización o sensualidad desbordada. Pero si uno conoce la vida de las comunidades afroesmeraldeñas sabe que allí este tipo de actos no existe. Por eso, creo que el trabajo que tenemos que hacer los investigadores, las autoridades y los portadores es, justamente, cuidar que la marimba no se convierta en un baile vaciado de contenido para la mera diversión del turista. Para eso hay que trabajar con las comunidades, los jóvenes, los niños, y permitir que esta manifestación se transmita de generación en generación.

¿Qué tiempo y qué metodología requirió la investigación que dirigió?

La metodología está basada en la perspectiva del actor, que es la que trabaja la profesora argentina Rosana Guber, pero también están los aportes de Pierre Bourdieu sobre el individualismo metodológico. Yo dirigí el estudio, conjuntamente con otros investigadores del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, donde me dieron total libertad y apoyo. Es importante también mencionar que en el estudio están las voces de los actores: de la gente que toca marimba, los que construyen los instrumentos, los que bailan, los arrulladores, y también de algunos intelectuales esmeraldeños y de las voces de Colombia.

La investigación duró cuatro meses. Se hicieron 17 entrevistas en profundidad y participaron alrededor de 300 personas de los cantones de Esmeraldas, Quinindé, San Lorenzo, Eloy Alfaro y Muisne. Se discutió mucho en varios talleres. Esta fue una construcción colectiva.

En cuanto al ámbito personal, te puedo decir que esta fue para mí una experiencia profunda, porque me dio la oportunidad de concentrarme con los míos, de conectarme con lo que soy históricamente. Fue un ejercicio profundamente humano de volverme sobre mí mismo.

Para estar siempre al día con lo último en noticias, suscríbete a nuestro Canal de WhatsApp.

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media