Considerada la meca de los amantes del vino, Burdeos, o Bordeaux en francés, está ubicada al suroeste de Francia, capital de la región de Aquitania. Es la quinta ciudad más importante de este país, después de París, Marsella, Lyon y Toulouse. Esta es mi ciudad natal, donde guardo recuerdos en cada una de sus esquinas. Aquí les comparto parte de su belleza.

‘El Puerto de la Luna’

Así se conoce al centro de Burdeos. El río La Garonne que lo atraviesa tiene la forma de un croissant, de una media luna, que además quedó plasmada en el escudo de la ciudad. Debido a su forma, a su importancia en la historia y por la conservación de la arquitectura y urbanismo de tendencia Clásica y Neoclásica del siglo XVIII, en 2007, la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad.

Burdeos siempre ha sido reconocida como una ciudad portuaria. Allí pusieron en marcha un sistema de transbordadores fluviales. En los siglos XVIII y XIX este puerto comercial tuvo auge debido —entre varias razones— a la esclavitud de afrodescendientes. Toda la historia de la ciudad se encuentra expuesta en el Museo de Aquitania, situado entre la calle Sainte Catherine y la catedral Saint André.

Hoy el embarcadero de Burdeos es considerado un gran puerto marítimo y se extiende hasta el Verdon, donde el río se junta con el Océano Atlántico.

Paseos por Burdeos

Lo maravilloso de esta ciudad es el resplandor de la luz del sol en las piedras viejas y amarillas. Deambularás a veces por antiguas y pintorescas callejuelas y otras por avenidas anchas y lujosas. Siempre encontrarás terrazas de cafés en la calle o en alguna de sus plazoletas. En medio de un ambiente tranquilo, puedes disfrutar de unas copas de vino, de cerveza,o de un café, mientras observas aquellas viejas piedras.

Burdeos se caracteriza por tener varias plazas como la Plaza del Palacio, Plaza del Teatro, Plaza del Parlamento, Camille Julian, Fernand Laffargue, San Pedro, entre otras.

Mientras recorres la ciudad varios lugares te sorprenderán como el barrio El Triángulo de Oro. Te fascinarán sus calles lujosas, sus grandes edificios del siglo XVIII y las tiendas de marcas francesas como las que hay en el paseo de l’Intendance y el paseo Clemenceau.

Además, aquí se encuentra el Gran Teatro, está en la plaza de la Comedia. Su arquitectura data del siglo XVIII y fue inaugurado en 1780. Su fachada cuenta con un pórtico de 12 columnas corintias, más 12 estatuas femeninas en la parte frontal que incluyen a las 9 musas y a las diosas Juno, Venus y Minerva. La sala de espectáculos es un espacio histórico y artístico único. Con 1.100 butacas, en su techo observas magníficas pinturas.

Esta también es una ciudad de arquitectura religiosa. Todos los barrios tienen una iglesia, cada una con sus peculiaridades y estilos arquitectónicos. Por ejemplo, puedes visitar la iglesia San Pedro, San Seurin, San Amand, Santa Cruz, Nuestra Señora y San Michel.

Los muelles a orillas del río, los “les Quais”, son lugares por donde les gusta pasear a los bordeleses. Admirarás las fachadas de los edificios hechos con piedra en las que se reflejan los diferentes colores del río que se forman al contacto con la luz del sol. Cerca de ahí está un parque para patinar, donde la gente corre o maneja bicicleta en un sendero de 4,5 kilómetros.

Hace algunos años, gracias a una política urbana, se dio paso a la rehabilitación de este paseo. Se renovó la vía peatonal y los antiguos hangares o almacenes se convirtieron en museos, tiendas de moda, centros de exposiciones y restaurantes.

En la plaza Pey Berland, ubicada en la calle Alsacia-Lorraine y al Palacio Rohan, verás el edificio de la alcaldía construido en el siglo XVIII. Se encuentra también la catedral San Andrés que conserva un estilo gótico, del siglo XV, con una estatua dorada de la virgen. Esta iglesia fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1998.

Las 3 más grandes plazas de Burdeos son muy famosas a nivel mundial. Una es la Plaza de las Quinconces, la cual además es una de las más grandes de Europa. Allí encontrarás estatuas en memoria de personajes y hechos históricos de Burdeos como las de Montaigne y Montesquieu, 2 intelectuales y políticos franceses, las columnas rostrales y un monumento con fuente en homenaje a los bordeleses muertos en la Revolución Francesa.

Las otras plazas que debes visitar son la Gambetta, ubicada en el centro de la ciudad, y la plaza de la Victoria, desde donde sale la calle Santa Catalina, una calle peatonal con docenas de tiendas y lugares para comer, y además la Universidad de Farmacología.

El Puente de Piedra, que atraviesa el río Garona, es otro de los lugares que no te puedes perder. Es el puente más viejo de la ciudad que une las orillas del lado izquierdo y derecho de Burdeos. Su construcción, ordenada por Napoleón I, finalizó en 1822. Tiene 17 arcos que representan las letras del nombre de Napoleón Bonaparte. Está hecho de ladrillos y hay medallones blancos en honor al emperador. La vista a cada orilla es única, así que vale la pena cruzarlo.

Burdeos, un lugar cultural

Si eres de los que les encanta visitar lugares llenos de historia y cultura, Burdeos te dejará maravillado. A través de la historia de esta ciudad aprenderás gran parte de la historia francesa. Si te gustan los museos estas son algunas opciones: el Museo de Aquitania, el Museo de las Bellas Artes, el Centro Juan Moulin y el Museo de Artes Contemporáneas. Este último es el vivo ejemplo de la rehabilitación de un espacio comercial transformado en espacio cultural. Adquiere su nombre en 1983 y presenta regularmente exposiciones monumentales y tiene más de un millar de obras que datan de los años 60 hasta la actualidad.

Asimismo puedes disfrutar de una obra de teatro en Les Salinières, Le Trianon y TNBA. También puedes asistir a la ópera o al ballet en el Grand Théâtre. Los conciertos en el Auditorium, Pin Galant, Krakatoa, Bt59 o La Patinoire te fascinarán.

Si deseas un lugar novedoso, la Base de Submarinos, antiguo lugar militar, es un lugar artístico muy original. Allí se organizan exposiciones de fotografías, conciertos y bailes.

Otra infraestructura atípica es la del Cinema Utopía, un cine alternativo que se ubica en una vieja iglesia. En ese mismo estilo, hay otro cine en la antigua estación de trenes de Orleáns.  

Delicias gastronómicas

Los platillos tradicionales se caracterizan por sus deliciosos embutidos, carnes en salsa de vinos, pescados, buenos quesos, pan y postres típicos como los Cannelés, pequeños bizcochos de forma cilíndrica.

A lo largo de Burdeos encontrarás buenos restaurantes, por ejemplo, cerca de la plaza de San Pedro está Le Petit Commerce, en la plaza Tourny está situado el famoso L’Entrecôte, o cruzando el río el L’Estacade que tiene unas ventanas inmensas ofreciendo una vista lindísima.

Uno de los platos más conocidos es el la poule au pot, que consiste en un pollo relleno de legumbres. La sopa Tourin también te encantará, es una mezcla de grasa de oca, claras de huevo, ajo y cebolla

Burdeos es considerada la “Capital de la buena carne”. Uno de los platillos más famosos es el Turnedos Rossini, es un filete preparado con frutas.

Si te gusta el vino disfrutarás de variedades en color, sabor y aroma pues esta es la ciudad del vino. No se puede negar que esta bebida forma parte de la identidad de Burdeos. Un dicho anuncia: ‘Si no te gusta el vino, visitante detente, el puente de Burdeos está cerrado para ti’.

En los castillos descubrirás los secretos de los viñedos que allí se encuentran. Está previsto para el 2016 levantar un monumento llamado Civilizaciones del Vino.

Su belleza rural

Los alrededores de Burdeos son parte de su potencia turística. Lo primero que llamará tu atención son los carrelets, pequeñas casas para pescar a orillas del río.

Debes hacer una parada en el pueblo de San Emilion conocido por su producción de vino y macarons, unas galletas dulces con almendras. Asimismo debes conocer los pueblos Lacanau y Hourtin ubicados en la región oceánica. Allí podrás disfrutar de largas caminatas y de paseos en bicicleta.

También puedes explorar el Bassin d’Arcachon, o en español la Bahía Arcachon, ubicado en la costa atlántica. Este lugar es maravilloso porque cuenta con la duna más alta de Europa, playas increíbles, olas para surfear, mariscos deliciosos, bosques de las Landes y mucho más.

Un Burdeos moderno

Esta ciudad cambió mucho en los últimos años. Por ejemplo, se implantó un tranvía innovador: su alimentación electrónica se hace por el suelo, así no hay contaminación visual con cables. El tranvía permitió sacar a la “orilla izquierda” de su aislamiento y reducir el número de carros circulando. En 2013 se construyó un moderno puente que se levanta en su parte central para dar paso a las naves. Este verano se inaugurará el nuevo estadio de Burdeos destinado para partidos de fútbol, de rugby y conciertos.

En un clima que varía entre 25,7 °C en agosto, y 1,7 °C en enero, podrás disfrutar de una ciudad llena de historia y belleza arquitectónica.