Primero lo nuestro. Traigo a colación este tema ahora que en Estados Unidos, específicamente en Miami, un jovencito lojano que bien podría ser nuestro hermano menor, nuestro hijo o sobrino, triunfa en el difícil mercado anglohispano. Cristopher Vélez era un sencillo chico lustrazapatos que hizo un casting en Univisión para el reality La Banda y enamoró sin proponérselo a la misma Laura Pausini.

¿Sus armas? Las propias de los ecuatorianos, de estas y todas las generaciones: ser ‘canchero’, honesto, frontal, impecable y humilde. Pero con ese detalle adicional que hace diferentes a los de esta tierra: ese denodado orgullo por nuestra madre y la patria.

Vélez triunfó de largo en el reality mencionado, no solo pasando a ser parte de la naciente agrupación de perfil mundial y avalada por esa poderosa televisora, sino siendo el participante con mayor respaldo de los televidentes de todo el mundo.

Fue el más carismático, el más talentoso. Y la pregunta es: ¿por qué ningún canal ecuatoriano se fijó antes en este jovencito? ¿Cuántas puertas se le cerraron acá? No es el único.

Johan Vera es un joven guayaquileño que impresionó al jurado de La Banda, compuesto además por los icónicos Ricky Martin y Alejandro Sanz. La versatilidad y buena imagen de Vera lo perfilan como estrella internacional de elevados quilates. Y se lo dijo el mismo Ricky Martin.

Otros ecuatorianos que brillan en Estados Unidos en el difícil mundo del business televisivo son el guayaquileño Danilo Carrera, quien fue recibido por la mismísima Ellen de Generes, la presentadora más influyente del mercado norteamericano. Isabel Bucaram destaca como alta ejecutiva de TV mundial; Andrea León, periodista; Gloria V, en la radio. En Colombia, Andrea Bernal, Ruth del Salto y Ana María Serrano.

Eso sucede en Estados Unidos y Colombia. Mientras tanto, nuestra TV da la espalda a jóvenes ecuatorianos. Los canales de TV se esfuerzan -si cabe el término- por realizar costosas producciones en lo que a escenografía se refiere, pero con contenidos extraordinariamente pobres. Importa más la iluminación LED y los foquitos láser que un libreto bien elaborado.

Se apuesta por el facilismo del chisme, por funerales televisivos, dos horas de hablar de lo mismo y disfrazar al reportero de fruta para ser el hazmerreír, pero cero de talento, cero búsqueda de nuevos valores.

No hay nada nuevo, ni bueno. Innumerables quejas llegan vía redes sociales donde se acusa a los canales que producen realitys de competencia física y romances inventados. Los señalan de escoger a los amigos de los productores, al recomendado, al ‘pana’ del Facebook, al ‘ñaño’ del gimnasio y más.

Entonces, ¿por qué convocan audiciones bajo un sol canicular? ¿No es eso burlarse de los jóvenes ecuatorianos? ¿Tienen nuestros chicos más oportunidades fuera del país que dentro de él? ¿Tienen más preferencia los modelos extranjeros y no los chicos que ilusionados asisten a cada casting para esos programas? Respondan, por favor, gerentes de producción de nuestros canales de TV. (O)