A finales de los 80, una jovencita de espectacular belleza conquistaba a los ecuatorianos y aquello le permitía representar al país en el Miss Mundo en Londres. Ahí destacó por su estatura y esbeltez, su sentido de la solidaridad, de la beneficencia y un discurso coherente para con los problemas ambientales. Eso convirtió a la quiteña María Sol Corral Zambrano en un ícono, de esos que nunca pasan de moda ni pierden notoriedad. Muy poco tiempo después María Sol condujo el primer programa de corte femenino en la pantalla nacional. TV Mujer. Los 90 le gritaban al país que era posible una televisión, hecha por una mujer, y dirigido específicamente a ellas, sus sueños, sus proyectos, la mejor manera de alcanzar metas. María Sol es pionera de un formato que fue copiado por todas las demás televisoras.  

Pero venían sorpresas mayores. María Sol Corral se convierte en 1992 en la primera actriz de Ecuador en protagonizar una telenovela de larga duración con el galán venezolano de la época, Jaime Araque.

‘Isabela’ relataba la historia de una periodista que se enamoraba de un hombre famoso y en la lucha por sus convicciones debían de sortear una serie de dificultades. Grabado en sets, pero también en maravillosos exteriores, esta megaproducción, dirigida por Marcelo del Pozo para la cadena Ecuavisa, fue la primera telenovela ecuatoriana en exportarse. Y es que resulta que la segunda gran realización actoral de María Sol fue también una telenovela de ribetes internacionales ‘Angel o Demonio’,  alternando con los actores más cotizados del momento, los venezolanos Gigi Zanchetta y Adolfo Cubas.

Tan envidiable trayectoria televisiva no ha sido hasta ahora igualada, pues esa telenovela fue la segunda y última en exportarse al exterior.

El ciclo actoral de esta bella ecuatoriana se cierra, pero se inicia el de la conducción de programas internacionales. Y desde Miami sorprendió con ’De Sol con María Sol’ por la pantalla de Teleamazonas. Pionera de nuevo.

La vida, sin embargo, es una rosa con espinas, y justamente su matrimonio y posterior divorcio le produjo un gran dolor.

María Sol es de temple de hierro y además de su exitosa carrera como asesora de imagen de personalidades mundiales, se ha involucrado con Poly Ugarte para mostrarles a las ecuatorianas un camino de oportunidades y enseñanzas, de prevención y de confianza en el tema del cáncer de seno.

 Ya como concejala y vicealcaldesa de Quito, María Sol alzó su voz con más fuerza. Gritó a favor de las mujeres, como siempre lo ha hecho, propuso la posibilidad de los ‘taxis rosas’, seguridad directa, solo para mujeres y menores de edad. Me encantó ayudar a promover ese sistema desde mi programa en GamaTV.  Seguiré apoyando sus causas, porque la veo a María Sol más activa que nunca, más rutilante ... más fuerte.

Hoy quiero decirle a nuestra cónsul en México DF, María Sol Corral, que no está sola, que sabemos quién es, y la dura lucha personal que le toca bregar.

Que es auténtica y luchadora, que es padre y madre de sus hijos. Que aún goza del cariño de quienes la vieron en la televisión desde sus inicios.

Mi abrazo a la mujer, a la dama, a una excelente representante nuestra en el exterior. (I)