Todos los realities son una fiebre. BLN de Canal Uno empezó como una gymkana de baile que transmitían los fines de semana. Luego copió el formato del Bailando argentino, de Marcelo Tinelli. Copiar es una constante de ese canal, porque adquirir la franquicia sería como pretender ir a la Luna esta semana. Pusieron a Sharon de jurado y el plus les subió como la espuma. Se convirtió en un programa diario donde bailaban famosillos y otros no tanto. Incluían en esa legión a cantantes debutantes, bailarines de última hora, vendedores de cirugías a bajo precio o débiles personajes, producto de programas de chismes, quienes, libreteados, fingían romances acartonados. En otras se peleaban a grito pelado. Todo armado. Lo cual no está mal. La TV es un show. Suelen ser shows no muy creíbles...

Durante un buen tiempo les ha ido de manera aceptable, compitiendo y tuteándose con las caras producciones turcas de Ecuavisa. Tanto ha bregado BLN que logró que se lo compare con producciones mejor elaboradas y más costosas, como Combate y Calle 7. Y es que al fin de la jornada y aunque el empaque es diferente, todos resultan ser lo mismo.

He observado con mucha preocupación que BLN de Canal Uno tiene en sus filas a participantes extranjeros: peruanos, cubanos, en su momento venezolanos, aquí no entra el tema de la terrible xenofobia.

Procuro en esta columna plasmar las innumerables quejas de muchos jóvenes ecuatorianos que ilusionados acuden a castings cuando esa televisora convoca cada cierto tiempo. Veo también los realities de la TV colombiana y peruana, y no es una constante que los participantes sean extranjeros, es una excepción. Y cuando esto sucede, son figuras estilo Paloma Fiuza, quien participa en el Combate de Perú. Acá tenemos a chicos principiantes desconocidos en la TV, algunos recién llegados al país ocupando un puesto que bien podría ser de un joven de los nuestros, de esos que se comen el sol todo un día para que al final les digan el temido: “Gracias, nosotros te llamamos”...

Ecuador es un país en extremo generoso y abierto con nuestros hermanos del exterior. Y está muy bien que sea así. Pero la prioridad deben tenerla los ecuatorianos. Es la TV que ellos consumen, es su sueño. ¿Cuesta tanto que en Canal Uno entiendan eso?

Itv, que se te vea

En esta edición los ITV no pudieron ser más justos. El único premio que se da a la ‘tele’ criolla gozó de mucha salud este año. Quizás un par de rubros en el tema TV deportes no convencen, pero el resto fue bastante equitativo. Absolutamente ignorados los programas realities copy paste, los chismes, las cosas realizadas al apuro. Se premió a los buenos. Se le dio el trofeo a la calidad y constancia. ¿O quién podría dudar de lo buenos que son en su rubro Carlos Luis Morales, Rocío Cedeño, Jonathan Estrada, Flor María Palomeque? Los premios ITV deben crecer. Deben procurar que todos los canales los transmitan. Acusan a los premios de promocionar su centro de estudios. Y ya sabemos que es así. Pero alguien tiene que hacerlo.

RTS, Canal Uno, GamaTV y Teleamazonas, canales de señal abierta, no fueron reconocidos con ningún trofeo. (O)