Janneth Susana Montero es su nombre real. Jasú es para el público ecuatoriano que la conoce desde siempre y la tiene entre sus mimadas.

Conozco a Jasú. Y vaya que la conozco bien. Sus inicios son súper-reconocidos. Ha sido la rubia despampanante, sensual, que no es lo mismo que sexual.

Bien comportada. Y ajena a la crítica malsana. Pero como suele pasar, no exenta de ese veneno farandulero que corroe y que a ella le ha tocado torear. Los detractores no dan tregua en ese mundo rosa. Ella no ha sido la excepción. Los ha tenido y los ha ubicado.

Siendo parte de la agrupación femenina más reconocida de Ecuador, Kandela y Son, la blonda cantante guayaquileña empezó a ser la más notoria de las kandelas. Su paso como bailarina participante de Bailando por un sueño le dio el plus perfecto para consolidar su imagen a lo largo y ancho de Ecuador. Ya esa imagen se había ganado en A todo dar, cuando les tocó reemplazar a los Ta’ Dominado y poner el picante ritmo de un programa concurso que en esa época al menos lideraba la audiencia. Posterior a eso se convirtió en animadora del programa de farándula Caiga quien caiga de Canal Uno.

Jasú es una cantante y actriz muy disciplinada, puntual, colaboradora, talentosa, que acata directrices. Pero en su faceta humana es cuando realmente Jasú enamora. Tiene un permanente buen humor, una fidelidad laboral a toda prueba. Justamente ella renuncia a Caiga quien caiga porque su tiempo escaseaba y su gran amor siempre ha sido la música. Y en su momento, las Kandela... Entre la notoriedad y el bullicio de la TV y su carrera musical, esta última es la pasión que Jasú no dejará jamás.

La gente recuerda ese video grabado en Salinas y que fue la colilla del programa durante su permanencia en pantalla y donde Jasú muestra su lado más explotado, el físico, pero con mucha clase y sentimiento.

Luego de que Jasú y sus dos compañeras de grupo, Dora y Jordana, renunciaran a las Kandela y armaran su propia agrupación denominada Las Tres, su perfil no ha bajado. Ha variado, que no es lo mismo.

Hoy aplaudimos a una cantante más íntegra, más suave incluso. Siempre con su voz maravillosa y esa belleza física que es constante porque refleja lo que ella tiene adentro, ganas de querer a todo el mundo, siempre sonriente, nunca enojada o triste. Dueña de un apetito voraz y una risa contagiosa. En la actualidad es la antagonista de Los Hijos de Don Juan.

Jasú atraviesa los peores días de su vida. Un accidente doméstico la mantiene postrada. Hace 48 horas ingresó a la Unidad de quemados del hospital Luis Vernaza. El 50% de su cuerpo está afectado seriamente por quemaduras provocadas por ese terrible accidente.

Sé que leerás esta columna, mi querida hermana televisiva y de la vida misma. Siempre interesada en mis trabajos periodísticos, como yo en tu carrera musical. Quiero hoy ser el portavoz de mucha gente que te envía amor y buenos deseos. De esta saldrás pronto. Tú eres una guerrera. Paciencia y actitud positiva, lo peor ya pasó. Un torrente de bendiciones y sinceros deseos de pronta recuperación enviados por millones de ecuatorianos inundan tu habitación hospitalaria. (O)