La animadora Yuli se ha alzado como la gran triunfadora de los fines de semana en la TV criolla. La peruana que en realidad se siente más quiteña regresó por sus fueros y dejó a más de uno con la boca abierta. El reality Ídolos, que GamaTV transmite  desde el sábado pasado, lideró el rating por la noche, llegando a marcar 15.3 en su clímax absoluto (Quito, 22h30). De aplausos y champaña.

La escenografía semi circular no presentó mayores cambios si lo comparamos con los programas anteriores. Yuli, la exestrella de los niños de los años 80, se mueve como pez en el agua en un estudio de grabación que conoce al dedillo. Su esposo Juan Luis Zanelli es el encargado de dirigir y producir y de iluminarla bien. Eso de bueno tiene el gigante set de GamaTV Quito, que se presta para eventos de esta magnitud. Los jurados o jueces como quieran llamarlo están en lo suyo. La afamada cantante Juanita Burbano, que es casi una leyenda de la música chichera, debería ser menos tenue a la hora de emitir su esperado criterio, más contundente, que no es lo mismo que ser villana. Imposible sería ser radicales con niños y adolescentes. Impensable. Pero eso no debería impedir que los encargados de calificar se muestren profesionales, altivos. La otra jurado Paty Ray, súper segura. ¿Es la sucesora de Sharon? Se comporta como tal. Aunque la trayectoria de Patty supera las dos décadas. Yuli, la dueña del show, es tierna y volátil. Esa conexión con los pequeños es lo que la mantiene en la retina de la gente. No me agradan sus trajes de gala, son como para concursos de belleza, pero, ¿no es finalmente ella una Reina?... del rating de los fines de semana, sí.

Los participantes son extraordinarios. Ahora sí son escogidos de un casting. Lamentablemente en otros realities se cita a casting, pero finalmente compite el mejor amigo de alguien dentro del canal.

Como harán para eliminarlos, es la pregunta, pero el formato obliga. El reality Ídolos llegó y pateó el tablero.

Todo cumbre

Me llama la atención la manera en que se manejan los noticieros del primer mundo.  Me quiero referir en especial a la imagen que proyectan. Sobre todo los  presentadores de noticias y reporteros de las grandes televisoras. Pero la TV hispana no se queda atrás. En la reciente magna cita de presidentes realizada en Ciudad Panamá, punto aparte merecieron los periodistas y sus vestuarios. El look como dicen en la prensa rosa. Adriana Sivori, de Telesur, entre informal, y diáfana. Puedes estar haciendo una cobertura en un espacio abierto y que tu cabello se desordene por culpa del fuerte viento, pero jamás puedes perder la compostura. Semión Senderov, reportero de RT Noticias , actualizado, veloz, nada de ternos ni corbata, pero con un profesionalismo impecable que sobrepasa a la camisa. Carlos Montero y Patricia Janiot, Ismael Cala, elegantes, con ese tono informativo, alto volumen. Janiot se equivocó y le llamó Nicolás Maduro al presidente Varela de Panama, ups! ...pero nada que una sonrisa de la Janiot no resuelva. Y una sorpresa con orgullo, el ecuatoriano Galo Arellano en el staff de periodistas de Univision, con una imagen de primera y súper objetivo, con acento y proyección internacional. (O)