Hay cosas que Ecuavisa hace muy bien.  En el tema realities son los pioneros. Que nadie arrugue el ceño porque es así.  Y aquí hemos cuestionado en su momento  algunos errores del canal. Lo malo que fue Tumbao, por ejemplo.

Pero en lo que puedan sobresalir hay que decirlo, más bien escribirlo. Uno de esos programas es justamente Factor X Kids, transmitido los domingos por la noche. Franquicia comprada, esquema copy page, pero por la derecha, por lo legal y ético. Esa es la manera correcta de hacer buena TV. No observar cable e ir copiando idéntico, y cambiarle el nombre.

Volvamos a Factor X Kids de Ecuavisa.

Si analizamos que la idea de poner de animadora a Úrsula Strenge es buena, ya el resto habla por sí solo. Úrsula es ideal para un programa familiar con niños de protagonistas. Ella es como la madre buena de la TV nacional. Se ganó a pulso ese título. Además, porque los treintones no hemos olvidado a la dulce Hanna del Dr. Expertus. Y los actuales, así sea de pasada, han visto En Contacto, época de la María Teresa Guerrero y Fabrizio Ferreti.

La escenografía de los castings, que es lo que hasta ahora admiro, es lo básico y esperado. Larga vida a los que alquilan pantallas LED gigantes. Sin ellas los productores de los nuevos programas tendrían que romperse el ‘mate’. Qué pongo, qué hago, qué muevo. ¿Flores, globos, ascensores de mentira? Nada.  Basta con la LED... y a tomar cola light.

Los participantes, bien escogidos. Cada uno con historias que contar. Talento puro en los ‘babys’. Voces de infarto. Personalidad. Cero nervios. Mi abuela me decía en 1983 cuando quedamos cuartos en la Copa América de Ecuador:“Hijo, nuestro país irá a un Mundial, pero en el próximo siglo”. Hoy yo la imito y de verdad os digo: “Amigos míos, Ecuador tendrá sus Grammy y Billboard en los próximos 15 años, más o menos.

Ahora vamos al jurado. Pamela Cortés, inamovible. Impresiona por su soltura. Pero es que ha sido actriz también, es hasta lógico. Amo verla. Es una autoridad en el campo musical. ¡Y es nuestra!

Me sorprendió sobremanera la personalidad madura y bien puesta del joven cantante Maykel. Aún sabiéndose protagonista, sabe interactuar, no se extiende, es dosificado.   

Y tiene léxico, que ya de por sí en la TV nuestra eso es un milagro de los dioses.  Gusta Maykel. No es casualidad que su presencia en TV genere rating.

También tenemos de jurado a Jorge Luis del Hierro. Reapareciendo después de tanto tiempo. Debe ser más juez y tratar de no ser el coanimador, que por ahí no es la cosa, que para eso no lo han contratado. Rompe la jugada, además. El formato de estos realities de origen americano es que los jurados se llevan el peso encima de toda la estructura del programa. Su correlación de pantalla es más con el participante, o debería serlo al menos. Nada más. Organizar a sus compañeros de panel no le ayuda a lucirse. Lo desmejora.

Más relax, más natural. Un esfuerzo, y de seguro lo logrará.

Ahora. Y además. Yo de productor habría puesto a alguien de Quito como cuarto jurado. Karol Noboa, Gaby Villalba, Juan Fernando Velasco o Fausto Miño. Cierto es que en general no hay mucho de donde escoger, pues debe tener una mínima identificación con los ‘kids’.  

Ecuavisa ha dado en el clavo. Esperemos que los números les favorezcan. (O)