El Alcalde del Cerro era español. Alberto Borges se ganó ese apelativo porque combatía a los alcaldes del Guayaquil de los años 80. Luchó contra la delincuencia que arranchaba aretes a las señoras indefensas a la subida de la 44, buseta color naranja con blanco, que recorría la Portete y coronaba por el Museo dando la vuelta por la Colón hasta reencontrarse de nuevo con el candente suburbio guayaco.

Allí, a la medianoche aparecía Borges y fustigaba al villano con epítetos tales como rufián, mozalbete y más.  Nos obligaba a buscar el diccionario. Borges con corbata y léxico daba latigazos televisivos a quien lo necesitara. ¿Hoy? Un señor, de los nuevos de la TV  dice “pito ñañito, un choro cabeza cuadrada, se fue de hocico mientras se daba la voladora, pitoooo”.

Christian Johnson, venezolano, más parecía galán de telenovelas de su tierra. Pero era más de acá que de allá. Era guayaco o quiteño dependiendo del canal donde estuviera trabajando a finales de los 80.

Aún recuerdo el sonido de la envoltura de los famosos helados. Mientras pasaba la mención comercial hacía sonar en su micrófono abierto y nos obligaba a correr a la tienda de la esquina a comprar esas delicias. El público de más de tres décadas  no lo ha olvidado, menos a su cámara viajera donde fue el primero, sin ser ecuatoriano, que nos mostró las bellezas turísticas de nuestro país. Se dice que un productor de Don Francisco, de paso por Quito, vio ese segmento y llevó la idea al animador chileno e inmediatamente copiaron el contenido y formato para Sábado Gigante. Hoy Johnson está en EcuadorTV con un maravilloso programa desde Estados Unidos, donde demuestra mejor conocimiento de  nuestra cultura.

María Rosa de Hemala, uruguaya, guapa y señorona. El cáncer lo compartió de manera total con sus televidentes.

No ocultó nada jamás. Despedía su programa con un “hasta mañana si Dios quiere”. Un día faltó al set. No fue más, ella que nunca faltaba a cocinar maravillas en la tele nacional solo se ausentó el día que murió.

Anita Buljubasich nació en la Argentina. A veces su acento la delata. Pero tiene cara de ecuatoriana total. Y sabe tanto de nuestro país y de su gente que en un debate con cualquiera de nosotros, lo tendríamos duro. Desde sus inicios en una pequeña emisora del Gran Pasaje, hasta hacer de actriz cómica y gerente de producción, Buljubasich ha demostrado que la patria es donde uno se siente cómodo, donde uno se realiza.

Quizás esto sea lo que le sucede a la actriz de Telemundo Miami, María Elisa Camargo.  El diario El Espectador, de Bogotá le preguntó: (textual). “Aunque nació en Ecuador fue criada aquí, ¿qué tan colombiana es usted?”. Ella responde: “soy tremendamente santandereana, tengo hasta el carácter. Me identifico con la cultura colombiana y aquí fue donde me desarrollé personal y profesionalmente”.
Una revista editada aquí le da la portada y titula “talento nacional”.

No está mal. Solo que habría que agregar que ella insiste en que su proyección se dio en Colombia, de donde son sus padres y donde ella creció.  La noticia tiene que ser completa.  

Y de paso, hagamos notas también de ecuatorianas que han triunfado como actrices en la V internacional como Vilma Sotomayor, Verónica Noboa, María Sol Corral, Éricka Vélez o Marisol Romero.