La justicia mexicana determinará finalmente cuál es el papel que desempeñó la actriz mexicana Kate del Castillo en el caso ‘El Chapo’ Guzmán y las posibles sanciones que esta amistad, tan intensa como polémica, le lleve a su vida. Se convirtieron en días bastante ajetreados luego de que se filtraran las conversaciones vía WhatsApp con quien era el hombre más buscado por la Policía.

Pero eso no debe obviar la extraordinaria carrera televisiva y fílmica de esta mujer de rasgos hermosos, menuda pero de bien proporcionada figura, con una fuerza escénica envidiable e inusual en esa generación de aztecas que quizás tiene entre las más respetables telelloronas a Lucero y Lucía Méndez.

Por eso es que destaca Kate de Castillo en el mundo de la TV mundial, catapultando su talento estos últimos años desde Estados Unidos, dejando a México atrás, en el bolsillo de los  recuerdos. Camaleónica y versátil, Kate se supera a sí misma. De aquel melodrama burdo tan de Televisa, llamado Muchachitas (1992),  se gradúa como actriz de verdad y pasa a ser parte de producciones de lujo como American Visa, un filme boliviano que, a mí en lo particular, me parece de lo mejor que se ha hecho en esas tierras.

Las producciones sudamericanas ganan terreno en los últimos años. Una prueba de ello es la nominación al Oscar de la película colombiana El abrazo de la serpiente, como mejor de habla no inglesa.

En American Visa, que tiene un gran trabajo fotográfico en Bolivia, Kate construye un personaje memorable, el de una bailarina de striptease.

Es que ella es especialista en papeles difíciles, complejos, sufridos, pero con carácter. Se mete de lleno en esos roles que no son para cualquiera. Recuerdo con especial atención el filme La misma luna, en el que compartió protagonismo con Eugenio Derbez. Allí se llamaba Rosario, la madre inmigrante que lucha por llevarse a su bebé hasta Estados Unidos. Lágrimas, risas, emociones, todo eso en un solo personaje que ella interpretó con esa fuerza que es su marca registrada.

Luego han llegado las telenovelas con argumentos de narcos que decepcionaron a unos porque querían (mos) que Kate del Castillo sea la nueva Salma Hayek. Pintaba para eso. Y no por desmerecerla, pero La Reina del Sur y Dueños del paraíso, que es la novela que rodó hasta hace pocos meses y que son historias que se han vendido a los canales de todo el mundo, no eran realmente de su estatura artística. Se estaba reprisando mucho. Ella ya estaba solo para hacer cine. Y en Hollywood. Me temo que, con las últimas noticias, ese futuro de estrella se vea malogrado. A ella parece no importarle mucho. Parece.

BUENOS VIENTOS EN TC

Felicidades, TC televisión. Excelentes decisiones apuntan a optimizar su producción. Han guardado para siempre en el baúl de los recuerdos -y no de los buenos precisamente- el programa Soy el Mejor. En 2016 están haciendo limpieza en TC.  

Blanca Ugarte y Catrina Tala, como  cabezas de producción, están empeñadas en mostrar imágenes frescas y realizaciones familiares de primer nivel. Quizás logren prescindir de un programa que les está trayendo más dolores de cabeza que rating bueno. (O)