Es una de las animadoras más queridas y populares, pero además, al contrario de algunas de sus vecinas, es respetada. Eso es difícil de lograr en un país donde el éxito y la envidia se fusionan indelebles. Doménica Saporiti, animadora de Combate, es dueña de una carrera ascendente, pero no precisamente vertiginosa. De sus pálidos inicios en un programa deportivo en un canal de cable pasó por su participación en el Miss Ecuador (cuando este concurso aún tenía nivel) que lo ganó de manera contundente y luego fue llamada a la noticia deportiva del canal 4 para pulir su performance como comunicadora con la ayuda de Carlos Alfaro Moreno y Xavier Valdez. De allí al estrellato escogida por el productor internacional Gastón Carrera, creador de Combate, para animar un programa que desde el inicio se avizoraba como de antología.

Sus bonos televisivos están en alza y pónganle al animador que sea a su lado, ella brilla con luz propia. De hecho, muchos opinan que se la ve mejor sola que acompañada. Tiene léxico aceptable, sin aspavientos, frontal y fresca, sin imitar a las del pasado. Sexy sin ser vulgar.

Doménica se ha casado con su novio de toda la vida. Y es en ese momento donde se demuestra el nivel, el ‘charme’ como dirían los franceses. Se casó la bella de RTS, y no con pastel ni salón de eventos de canje. Lo ha hecho de manera discreta, elegante, sutil, clase, por favor, mucha clase, porque televisión no debe ser sinónimo de canje total y vulgaridad. Necesitamos más Doménicas en nuestra TV.

Bonita boda, nos comentan. Y no podría ser de otra forma, pues se casa rodeada de amor real total, y no para complacer a productores que presionan bodas televisivas entre sus conductores o participantes de reality para levantar el rating, lo cual ocasiona que esos matrimonios de cartón duren lo que dura una ventisca. Bien por Doménica, y felicidades.

CUÁNTO AMOR, ¡POR FAVOR!

Una tragedia muestra las caras de los seres humanos, las verdaderas caras, los rostros ocultos salen a la luz. Y en el caso de nuestro país las manifestaciones de amor hacia los damnificados de Manabí y Esmeraldas son innumerables. Pero una de las noticias que más conmueven, y a la vez alegran, son las que tienen relación con personajes del exterior, como el grupo mexicano Maná y el futbolista colombiano Radamel Falcao, quienes han dado sendas ayudas económicas. Gran alegría causó también la noticia del apoyo del equipo Independiente de Sangolquí, cuyos ejecutivos, una vez más, donarán la taquilla del juego que disputarán en las semifinales de la Copa Libertadores para ayudar a Manabí y Esmeraldas.

CAMISETA DE LA ‘TRI’

A muchos les ha disgustado la onda retro que presenta el diseño de las camisetas que lucirán los integrantes de la selección nacional de fútbol en la Copa América Centenario. Pero más allá de lo conveniente o no en lo visual, los ecuatorianos anhelamos tener un equipo victorioso que rompa el molde de malas participaciones en el torneo continental de mayor importancia. En tanto, muchos de los jugadores de nuestra ‘Tri’ estuvieron de paso en Quito y Guayaquil grabando spots comerciales. (O)