¿Qué elementos se conjugan para formar una estrella ?  Debe tener luz propia. Eso es indiscutible.

 La noche del domingo pasado Ecuavisa dio a luz a una real figura escénica, que tiene una voz rica en matices.
Tiene buen léxico y carisma a raudales. Se llama Celena Rosero, con C, y es de Santo Domingo de los Tsáchilas. Es prácticamente una niña. Es  lo mas tierno que se ha visto en pantalla en estas últimas temporadas.

¡Qué voz! Qué historias para contar.  Hace algunas semanas Celena se reencontró con su hermano que llegaba de Colombia. Más de uno lloró. Y las múltiples galas donde se ganaba o mejor dicho donde se metía al público en el bolsillo.  La puesta en escena fue acertada. El jurado. No sé.  Allí hay comentarios divididos.  En lo particular opino que Maykel se convirtió en personaje de TV con Factor X Kids.  Y no en cualquier personaje, sino que Ecuavisa debería ya ponerle el ojo y producirle un programa propio.  Sin más artistas,  solo el , de pronto otro reality. Y volvemos al tema del léxico. Eterno mal de los conductores de la tv criolla.  En este aspecto Maykel sale bien librado.  Ganador.  Pamela Cortés debe ser, a estas alturas, la figura femenina de mayor renombre. Prepara un concierto en el Teatro Sánchez Aguilar. Imperdible.  Y con Jorge Luis del Hierro completo el cuadro de jueces.  El vestido blanco con el que Úrsula Strenge cerró el reality no era el apropiado. Pero, al margen de eso, ¿qué se le puede reprochar a una mujer que solo derrocha buena energía y carisma?

Celena Rosero gana un reality.  De sus padres y el canal, en ese orden, depende que la estrella que ha nacido no  desparezca con el tiempo. Dependen que se perfeccione y que se apueste por el arte nacional donde tanta falta nos hacen representantes que lleguen a las grandes ligas por perseverancia, por fe y por no conformarse con tener contratos semanales en el reducido espacio del espectáculo criollo.

MI LUPITA

Amparo Manzano es su nombre de pila. Pero quienes recuerdan su voz aguerrida y altisonante cono la de Lupita Dalessio, la conocen como Amparo Guillén, cantante. Y quienes la vieron en cortas telenovelas de finales de los 80 y en el seriado ‘Mis adorables entenados’, la ubican desde lejos como la dulce Lupita, la ama de casa del centro de Guayaquil, que vivía en una casa estilo colonial color verde agua. Y era la abnegada madrastra de entenados con características distintas. Eso era solo un personaje. Ella es muy distinta. Se los digo yo que fui su alumno de teatro. Diferente pero similar en valores.  Y ya que hablamos de la casa, los ‘entenados’ nunca vivieron allí. Apenas fue una toma que sirvió para graficar el inicio de cada capítulo. Las escenas se desarrollaron en el pequeño estudio de Ecuavisa, en los altos del cerro.  Lupita o Amparito, como quieran, inició una campaña para lograr que varios artistas, hoy ya en la Edad de Oro, consigan debido a sus méritos y talentos, algunos beneficios sociales.  Su voz será escuchada. Lupita tiene peso, voz y pegue. Tras pocos minutos de enviar un twit solicitando ayuda y asesoría para su propuesta, se convirtió tendencia: #SOSporLupita.  Mi Lupita, nuestra en realidad.  (O)