El contrato para la Rehabilitación del Sistema Eléctrico de Instrumentación de la Refinería Estatal de Esmeraldas, suscrito en 2014 por un valor inicial de $ 84’500.000, registra irregularidades.

En el segundo día de audiencia de juicio por el presunto delito de delincuencia organizada en el caso de corrupción en Petroecuador, que se desarrolla en el Complejo Judicial Norte, en contra de los tres procesados, Carlos P.Y., Marco C. y Diego T., un testigo hizo revelaciones.

En una amplia exposición e insistente interrogatorio, Gabriel M., funcionario de Petroecuador desde hace 25 años, experto, asesor de contratos y exintegrante del Comité de Contrataciones de la empresa, reveló que en 2014 advirtió ilegalidades en el proceso para adjudicar la obra a MMR Internacional.

Por ejemplo, que la compañía australiana Worley Parsons, contratada para hacer la fiscalización de la rehabilitación de la refinería y el subcontratista, Grupo Azul, recomendaron el contrato con MMR Internacional la Rehabilitación del Sistema Eléctrico, cuando ese no era su papel y, además, plantearon que se conforme una subcomisión para la adjudicación.

“Esto lo hice conocer mediante un memorando al Comité de Contratación y Licitaciones y pedí que se anule”, dijo, al revelar que como respuesta fue invitado a una reunión del comité, en la que lo recriminaron, le dijeron que no conocía de contratos y que debía alinearse a las políticas institucionales.

La segunda vez que fue llamado, nuevamente lo cuestionaron y Álex B., quien dirigía el comité, lo amenazó con botarlo de la empresa y al poco tiempo el testigo fue reemplazado en el comité.

Señaló que con fecha 14 de abril de 2014, el gerente general de Petroecuador de ese entonces, Marco C., expidió una resolución, en la que se señala que por pedido del gerente de Refinación de esa fecha, Carlos P.Y., se debía firmar el contrato con MMR Internacional, como en efecto se hizo, lo cual también era respaldado por el entonces subsecretario de operaciones, Diego T. (I)