Los pescadores usan trasmallos o chinchorros, que son diferentes tipos de mallas, para la captura de peces. No se hunden, ya que los artesanos las aseguran a flotadores creados para esa actividad o los improvisan con bidones o botellas.

Los narcotraficantes adoptaron esta forma de trabajo para movilizar la droga y evitar ser descubiertos. En las redes ubican los paquetes con estupefacientes, sellados e impermeabilizados, y en lugar de boyas comunes usan unas con Sistema de Posicionamiento Global (GPS por sus siglas en inglés) que, además, funcionan con energía solar. El alijo queda semisumergido y los delincuentes evitan perder la ilegal mercadería, ya que, en caso de ser descubiertos, solo la sueltan.

Freddy Ramos, subdirector nacional de Antinarcóticos de la Policía Nacional, informó que 3 de estas herramientas fueron halladas durante el decomiso de droga ejecutado el pasado viernes, a 130 millas al sur de las islas Galápagos.

El buque pesquero Jack Mar salió desde Manta (Manabí) el 13 de febrero, supuestamente para realizar faenas de pesca, su retorno fue fijado para el 12 de marzo. 7 días después fue hallado arrastrando dos naves pequeñas que habrían salido desde Tumaco, en Colombia, con más de 2 toneladas y 300 kilos de cocaína.

“Las embarcaciones, que pueden ser buques pesqueros o lanchas rápidas, están saliendo sin droga desde los puertos. En el reporte de zarpe consta que realizarán trabajos de pesca. Según información de nuestras similares en Colombia y Centroamérica, otras lanchas más pequeñas salen desde la frontera norte con el estupefaciente para abastecer a las más grandes. Otras llevan combustible”.

Fernando Noboa Rodas, comandante de la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea), detalló que desde Manta hasta el lugar donde fue hallado el buque pesquero hay una distancia de 600 millas, lo que toma de 3 a 5 días de navegación. De ahí hasta Centroamérica podrían demorar desde 10 días hasta un mes de viaje.

Además, Noboa explicó que, cuando una embarcación sale de algún puerto, los agentes revisan el permiso de la capitanía local, matrícula, equipos de seguridad, artes de pesca y la hoja de zarpe. En ese documento consta la actividad, nombre de los tripulantes, duración de la faena (día de salida y de llegada), entre otros detalles.

Tienen el control de la droga

Freddy Ramos indicó que las boyas GPS también sirven para que los navegantes que van en la embarcación más grande o nodriza (que sale limpia) sepan dónde dirigirse a recoger el estupefaciente.

Julio Vacacela, fiscal de la Unidad de Intervención Inmediata, informó que con estos medios los traficantes buscan tener el control de la droga, “así nunca la van a perder”.

De acuerdo con reportes de medios colombianos, esta modalidad fue descubierta en ese país en el último trimestre de 2014. Los artefactos fueron empleados también para que las personas que van con la droga desde el sur del continente la dejen flotando en un punto específico y los que deban recibirla, en Centroamérica, la encuentren sin problema.                                                    

Jorge Torres, gobernador de Galápagos, mencionó que los narcotraficantes también suelen lanzar al agua la droga desde aviones pequeños para que las lanchas o buques que salen a las faenas la recojan; o también usan a pescadores para que las dejen flotando.

Narcos han perdido droga

“Los artesanos han reportado que durante la faena encontraron kilos de droga flotando en altamar; también se los ha hallado en las orillas de las islas. Además, cuentan que han observado maniobras extrañas por otras embarcaciones, pero que no se han acercado porque  deben cuidar su vida”, sostuvo.

Torres indicó que se cumplen controles permanentes, pues  hubo  casos en los que personas que se hicieron pasar por turistas pretendieron instalar centros de acopio en las islas donde hay menor población, comoFloreana. “No vamos a permitir que los narcotraficantes usen nuestras embarcaciones o infraestructuras”, destacó.

Ramón Orellana, director regional de los Espacios Acuáticos y Guardacostas Insular, precisó que en este último operativo se emplearon 2 lanchas guardacostas y un avión de exploración. Todos los recursos se acercaron a los narcotraficantes al mismo tiempo para evitar fugas. En un video grabado desde la aeronave se observa cómo una de las lanchas pequeñas se desprendió de la de mayor calado, pero fue perseguida por una guardacostas.

Fernando Noboa, comandante de la Dirección Nacional de Espacios Acuáticos (Dirnea), dijo que para luchar contra delitos como el narcotráfico cuentan con 15 buques de guerra, 35 lanchas guardacostas, incluidas 3 oceánicas; 2 plataformas (retenes) flotantes en Esmeraldas y Guayas, y 5 aviones de exploración aeromarítima.