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El asesino serial más temido de Gran Bretaña falleció

Las imágenes de Myra Hindley e Ian Brady en su ficha policial. La mujer falleció en prisión en 2002.
Las imágenes de Myra Hindley e Ian Brady en su ficha policial. La mujer falleció en prisión en 2002.
Foto: archivo de la Policía británica
17 de mayo de 2017 - 00:00 - Leonardo Boix, corresponsal en Londres

El ‘Asesino del páramo’, Ian Brady, responsable de la tortura y muerte de cinco niños en la década de 1960, murió este lunes a los 79 años, informó un vocero del Hospital de alta seguridad de Ashworth, donde era atendido.

El asesino serial, cuya cómplice Myra Hindley, falleció en prisión en 2002, recibía tratamiento psiquiátrico en el hospital, ubicado en Liverpool, en el noroeste de Inglaterra.

Hindley y Brady secuestraban niños y adolescentes, abusaban de ellos sexualmente, los torturaban y luego los mataban para sepultarlos en un páramo en Saddleworth, condado rural de Lancashire.

La pareja fue una de las más infames en la historia policial de Gran Bretaña y sus atrocidades conmocionaron a la opinión pública británica durante décadas.

Ninguno de los dos asesinos se arrepintió por sus actos durante el juicio. Durante el proceso, los fiscales revelaron que Brady tenía una biblioteca llena de libros sobre el nazismo, de prácticas de sadismo y otras perversiones sexuales. Además, había torturado a una decena de animales y lo intentó con varias personas, de las que antes abusaba sexualmente.

Sin padre y criado por una familia adoptiva, su adolescencia en un suburbio pobre de Glasgow fue muy complicada al sentirse abandonado por su madre.

Entraba y salía de reformatorios por delitos menores y fue el mejor apoyo para Myra, una joven católica y brillante estudiante que cambió radicalmente cuando su mejor amigo murió con solo 15 años. A partir de ahí, se convirtió en alguien débil y fácil de influenciar. Y fue en ese momento cuando conoció a Ian Brady.

En un período de 18 meses, entre julio de 1963 y diciembre de 1964, y ayudado por su novia, Brady secuestró, violó, torturó y asesinó a cinco menores, a todos los enterró en el páramo de Saddleworth.

Ambos fueron condenados a cadena perpetua el 6 de mayo de 1966 y evitaron la pena capital, ya que solo dos meses antes de su detención se había suprimido la sentencia de muerte en el Reino Unido. (I)

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