El Ministerio Coordinador de Seguridad está trabajando en un nuevo reglamento para comprar armas de fuego que estén en custodia de civiles, y proceder a destruirlas o a convertirlas en chatarra, con el fin de sacar de circulación más de 38 mil que están sin registro en Ecuador.

El titular de esa cartera, César Navas, indicó que la normativa tendrá como finalidad incentivar el registro de armas, además de recuperar aquellas que podrían ser utilizadas en delitos. “Flexibilizaremos los requisitos para motivar a la gente a registrar los armamentos. En el país, hay aproximadamente 11 mil armas registradas legalmente”, indicó.

Hay sectores como el ganadero o industrial que necesitan tener un permiso de porte de arma, por ese motivo se procurará que el trámite de permiso de armas sea más sencillo. “En el país el porte está prohibido lo que regularemos es la tenencia”, sostuvo.

Este reglamento estará listo en marzo de 2015, aseguró Navas durante el segundo Encuentro de Fortalecimiento de la Cooperación Internacional Contra el Tráfico de las Armas de Fuego y sus Nexos con la Delincuencia Organizada Transnacional, que se desarrolló la semana pasada en el ECU911 de Quito y fue realizado por el Ministerio Coordinador de Seguridad.

A este evento regional que duró 3 días asistieron  60 delegados de 12 países, quienes compartieron las buenas prácticas para el control del tráfico ilícito de armas.

Reconocen trabajo

Simonetta Grassi, responsable del Programa Mundial sobre Armas de Fuego de la ONU, manifestó que Ecuador está haciendo un buen trabajo al haber adecuado la legislación para impedir el tráfico, “sin embargo es necesario armonizar las leyes de todos los países de la región para que el combate sea más efectivo, pues la mayor parte de las armas traficadas son utilizadas por el crimen organizado”.

Problemática regional

El supervisor de Control Regional de México, Gabriel Díaz González, indicó que el tráfico de armas está vinculado a varias organizaciones ilícitas como el Cartel de Sinaloa.

El analista e investigador de la Unidad de Rastreo de Armas de la Policía Nacional de Colombia, Jairo Riapira, hizo un breve recuento histórico del inicio del tráfico de armas y sus diversas modalidades de operación como el intercambio de armas por drogas o tráfico de armamento en partes, lo cual está intrínsecamente relacionado con el ascenso del narcotráfico.

En Colombia, con la modificación del Código Penal en 2011, se contemplan penalidades más drásticas para delitos relacionados con el tráfico ilegal de armas, dijo Díaz.

El coronel Luis González, subdirector de material bélico de las Fuerzas Armadas de Paraguay, resaltó que es fundamental el control para evitar que vayan al mercado negro sobre todo al crimen organizado que se ha instalado en la región.

Grassi dijo que la dificultad de controlar el fenómeno radica en que el tráfico de armas no tiene los flujos regulares como el de drogas y se presenta de muchas maneras, lo cual impide la identificación, por eso es importante “contar con datos confiables respecto de las armas, hay que hacer un estudio global y obtener datos estadísticos más detallados y desglosados”.

También, en esta reunión en la que participaron representantes de Argentina, Chile, Paraguay, Brasil, Colombia, Perú, Ecuador, México se destacó el hecho de que los países de la región han adoptado los instrumentos internacionales en su legislación para combatir el tráfico, pero a veces se han dejado vacíos legales que impiden el control.

Red para combatir tráfico

En este sentido los representantes internacionales coincidieron en que se debe crear una red en la región tendiente a intercambiar información y que los cuerpos policiales trabajen coordinadamente.

En esta línea ya se han dado los primeros pasos, ya que la mayoría de legislaciones de cada país obligan a los productores a que graben un número de identificación en las armas que fabrican, con lo cual se podrá seguir la pista de los arsenales en caso de que sean utilizados para cometer delitos.

El director nacional de la Policía judicial, Gral. Milton Zarate, indicó que en el país durante 2014 se incautaron 4.206 armas de fuego que han participado en algún hecho delictivo.

Además, explicó que de los 1.226 homicidios registrados hasta noviembre de este año, en el 54% se utilizó arma de fuego; en el 35%, arma blanca, y en el 15%, indeterminado. La  tarea es identificar las armas.