Cuando se corría la segunda serie eliminatoria de los 5.000 metros planos, la atleta neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D'Agostino tropezaron por lo que perdieron toda posibilidad de clasificarse. Sin embargo, por su gesto deportivo al ayudarse a terminar la prueba, las llevó a la final de dicha competición en los Juegos Olímpicos de Río.

"¡Estos son los Juegos Olímpicos. Tenemos que terminar!". De esa manera se alentaron entre sí las corredoras.

Hamblin había pisado el borde de la pista lo que le provocó la pérdida de equilibrio y la caída al suelo. D'Agostino, que venía detrás, no pudo esquivar a la neozelandesa y terminó también en el suelo.

Pero la estadounidense terminó en peores condiciones por lo que a los pocos metros volvió a caer.

Tras la desgracia y el dolor de D'Agostino, Hamblin no dudó en ayudar y alentar a su rival. "¡Levántate. Estos son las Olimpiadas. Tenemos que terminar!", le dijo la neozelandesa a la estadounidense.

Tras las palabras de ánimo, ambas atletas se fundieron en un abrazo de consuelo y terminaron la carrera, aunque en las últimas posiciones.

D'Agostino debió ser retirada de la pista en silla de ruedas.

La emotiva escena conmovió a los jueces que decidieron recalificar a las atletas y tendrán la oportunidad de volver a correr este viernes en la final de los 5.000 metros. (D)

Me encanta ver que la deportividad y las buenas personas SÍ existen. #Rio2016 #NikkiHamblin #AbbeyDAgostino pic.twitter.com/NVSGnq4uVj

— Sergio (@SergiusIconic) 17 de agosto de 2016