Ecuador, 27 de Abril de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

La Fiscalía colombiana continúa la investigación del crimen, pero con una pieza clave perdida

La muerte de vigilante, el nuevo enigma del caso de la niña Yuliana

Fernando Merchán era guardia de este edificio, donde habitaba el homicida Rafael Uribe Noguera.
Fernando Merchán era guardia de este edificio, donde habitaba el homicida Rafael Uribe Noguera.
Foto: www.semana.com
12 de diciembre de 2016 - 00:00 - Rafael Croda. Corresponsal en Bogotá.

La muerte de Fernando Merchán Murillo, vigilante del edificio donde fue asesinada y ultrajada el pasado domingo la menor Yuliana Samboní y testigo clave en la investigación del crimen, se convirtió en un nuevo enigma del caso que ha atrapado la atención de Colombia y que provocó una generalizada indignación en el país.

Merchán Murillo fue el vigilante que estuvo de turno en la portería del edificio Eqqus 66 entre las 06:00 y las 18:00 del domingo 4 de diciembre, lapso durante el cual, según la Fiscalía, el habitante y propietario del apartamento 603, Rafael Uribe Noguera, violó y asesinó a Yuliana, una humilde niña de origen indígena de solo siete años de edad a quien secuestró esa mañana.

El vigilante apareció muerto en el baño de su casa, en el sur de Bogotá, con cortadas en los brazos, el cuello y el pecho, según la policía junto al cadáver había una carta que decía: “Hijitas perdónenme, a María y demás amigos y familiares, pero no quiero volver a la cárcel. No quiero dañarles la Navidad, soy inocente”.

Merchán Murillo, quien ya había declarado ante la Fiscalía, escribió en la bitácora de la portería del edificio Eqqus 66, el domingo 4, que a las 3:40 de la tarde de ese día ingresaron en el apartamento de Rafael Uribe Noguera sus hermanos Francisco y Catalina, quienes al parecer alteraron la escena del crimen.

La muerte del vigilante, cuyas causas serán determinadas en la autopsia, generó suspicacias entre diversos sectores sociales que desarrollan una amplia campaña para que se haga justicia en el caso Yuliana y se refuercen las penas para infanticidas y abusadores sexuales de menores de edad.

Ante las versiones la Fiscalía considera de que el deceso del portero pudo tratarse de un suicidio, la columnista del diario El Espectador, Claudia Morales, preguntó en su cuenta de Twitter si no resulta “muy sospechoso” que la carta del supuesto suicida ya haya sido filtrada a la prensa. “Ni en CSI (serie policiaca estadounidense) descubren tan rápido un suicidio”.

Y la revista Semana preguntó en un titular sobre la muerte del celador: “¿homicidio o suicidio?”.

El fiscal general, Néstor Humberto Martínez, dijo que Merchán Murillo colaboraba en la investigación del caso y su testimonio “nos brindó muchas luces para tener un mejor conocimiento de lo acontecido en el apartamento (de Rafael Uribe Noguera) ese día”.

Agregó que el portero había rendido ya una declaración a los fiscales orientada “a conocer las circunstancias de tiempo, modo y lugar en que ocurrió el deceso de la niña”.

De acuerdo con la investigación preliminar, Rafael Uribe Noguera, acaudalado arquitecto de 38 años, soltero y con problemas de abuso de alcohol y drogas, es responsable de torturar, violar y asesinar a la pequeña Yuliana, a quien secuestró el domingo 4 y la llevó a su apartamento, donde, según las evidencias, ocurrió el crimen.

Hace dos años un matrimonio de jubilados del edificio, donde fue encontrado el cuerpo de la menor Yuliana, sorprendió a Uribe Noguera en su apartamento usando la ropa de la señora. Los residentes del inmueble, construido por la empresa de los Uribe Noguera, se quejaban de sus frecuentes fiestas hasta el amanecer y del ingreso de prostitutas a su lujoso dúplex. (I)

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Social media