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El Telégrafo
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En la emergencia ocurrida ayer no se reportaron heridos

Área incendiada supera a una cancha de fútbol

Los bomberos refrescaban los escombros ayer. El espacio afectado supera los 10 mil metros cuadrados. Foto: William Orellana / El Telégrafo.
Los bomberos refrescaban los escombros ayer. El espacio afectado supera los 10 mil metros cuadrados. Foto: William Orellana / El Telégrafo.
17 de octubre de 2014 - 00:00 - Karla Naranjo Álvarez

Un área superior a la de una cancha de fútbol fue la afectada por el incendio ocurrido a la 01:00 de ayer en una bodega de la empresa Juan El Juri, situada en el km 2,5 de la vía a Daule, en el norte de Guayaquil.

Hasta el cierre de esta edición no se conocían las posibles causas ni el monto de las pérdidas. Ningún uniformado ni civil resultó herido.

Byron Loor, presidente del Colegio de Ingenieros Industriales, mencionó que cada empresa debe tener un plan de prevención de emergencias ante incendios. “La mayoría de incendios son causados por problemas eléctricos. Suele pasar que los empresarios no invierten en la seguridad y mantenimiento y las instalaciones ya son antiguas”.

El especialista se refirió al Decreto Ejecutivo 2393, en el que se precisa el reglamento de seguridad y salud de los trabajadores y mejoramiento del medio ambiente.

En el documento se menciona que debe existir una Unidad de Seguridad e Higiene que debe dar asesoramiento técnico, en materias de control de incendios, almacenamientos adecuados, protección de maquinaria, instalaciones eléctricas, primeros auxilios, control y educación sanitarios, ventilación, protección personal y demás materias del reglamento.

También constan medidas como la instalación de rociadores de agua y detección de humo. La señalización para salidas de evacuación, entre otras.

Este no es el primer incendio que se registra en una zona industrial. El 12 de junio de este año se reportó uno en la empresa Ecuaquímica, en el km 6 de la vía a Daule.Para ese entonces se formó una nube tóxica que obligó a suspender las actividades en empresas cercanas y a tomar precauciones a los habitantes del sector. Un día antes se reportó otro en el km 16 de la misma vía, en una fábrica de baterías.

Para conocer acerca de qué medidas se están tomando en las zonas industriales y respecto a la ubicación de los hidrantes, intentamos conversar con el comandante del Benemérito Cuerpo de Bomberos de Guayaquil (BCBG), Martín Cucalón, pero está en el exterior.

El mayor Luis Páez, del BCBG, informó que la última emergencia fue controlada en la mañana; sin embargo, fue necesario que los uniformados se queden refrescando los escombros. “La estructura colapsó y  debajo hay focos de fuego”, explicó.

Agregó que durante la madrugada se requirieron 45 unidades, un centenar de bomberos rentados y más de 450 voluntarios. Utilizaron además 3 carros cisternas con una capacidad de 100 mil galones cada uno. “Se han ido a reabastecer un sinnúmero de veces, por ello no podemos precisar la cantidad de agua”.

En horas de la mañana de ayer se podía observar a varias motobombas en hidrantes de la Avenida Carlos Julio Arosemena y 9 de Octubre.

Un trabajador que se evidenció consternado y prefirió no revelar su nombre señaló que el galpón que se incendió es conocido como la bodega mayor. En el lugar se almacenaban electrodomésticos como refrigeradoras, lavadoras, calefones, y también motores fuera de borda, motocicletas, entre otros.

Junto a éste hay un galpón más pequeño donde se guardan repuestos, en el que se reportaron menos daños. El área afectada supera a la de una cancha de fútbol (120 m X 90 m). El ciudadano no se atrevió a calcular el perjuicio económico, pero reveló que el día 15 de octubre llegaron 3 contenedores llenos de motores fuera de borda y cada uno de esos está valorado en $ 6.000.

Un guardia de la compañía indicó que en el sitio trabajan unas 300 personas de 08:30 a 17:30. Nadie queda en las bodegas en las noches, solo la seguridad rondando.

Luis Lalama, comandante de la Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE), mencionó que los vigilantes también llegaron apenas se reportó la emergencia para controlar el flujo vehicular. “La Avenida Carlos Julio Arosemena se cerró desde la conexión con los túneles de San Eduardo. Solo se dejó habilitado el carril de la Metrovía”, señaló.

Además, se suspendieron las clases en las jornadas matutina y vespertina del colegio 28 de Mayo, ubicado a unos 300 metros del sitio de la emergencia.

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