‘Roberto’ (nombre protegido) le reveló a su madre lo que ocurría: el celador de la puerta de la escuela le tocaba su parte íntima de atrás.

La progenitora, alertada por un cambio de conducta de su hijo, no lo interrogó más y lo llevó a un psicólogo. Quería que un especialista manejara la situación y no inducirlo a nada.

Ella, su esposo y otros familiares se reunieron a las 07:00 de ayer afuera del plantel, situado en el sur de Guayaquil. Los progenitores que llegaban a dejar a sus hijos preguntaban qué sucedía. Algunos apoyaban la investigación y que se aplique un plan de contingencia para la seguridad de los estudiantes. Otros levantaban su voz defendiendo el prestigio de la institución. “No estamos contra el colegio, sino contra un ser humano que actuó mal”, dijo un padre tratando de aplacar la trifulca.

En medio de los comentarios, Leticia explicó que presume que el delito no ocurrió una sola vez, pues recordó que su hijo en agosto llegó con un dolor en la parte de atrás y por esa misma época pasó a ser agresivo, a rayar paredes, hasta a levantarles la mano.

“Me dijo que se había caído. Luego volvió a pasar y me dijo que lo habían empujado. Yo conversé con él, le dije que no tuviera miedo, que no mintiera porque es pecado y nosotros creemos en Dios, fue ahí que me lo contó”.

Agregó que su niño le dio el nombre de otro compañero que también habría sido víctima. “Yo se lo dije a los padres y está en ellos la decisión”.

Steven Reyes, abogado de la familia de la víctima, indicó que “el guardia muchas veces ayudaba a los maestros con el traslado de los niños. Eso queremos que se investigue. Además hay cámaras que permitirán dilucidar lo ocurrido”.

La hermana Mélida V., rectora y representante legal del plantel, detalló que conoció el caso el 29 de noviembre y que no esperó para denunciarlo en la Fiscalía y en el distrito de Educación. “Desde que iniciamos el año lectivo tenemos inspectores en cada piso. Nuestra política es que los niños más pequeños siempre estén con su tutora, nunca solos”.

Ella se reunió, en el auditorio del colegio, con los padres de familia que esperaban afuera una explicación. Ahí les manifestó que elaboró un reporte con la información que le dieron los padres. “No puedo decir así pasó o no ocurrió. No voy a defender a nadie porque no me compete. Si declaran culpable a alguien no me opondré para nada”.

Un padre solicitó que el personal que cuida el edificio en el que estudian los niños solo sea femenino. “A mi hijo no lo puedo mandar a clases hasta saber que estará seguro”.

La rectora indicó que se considerarán las sugerencias, pero que las envíen por escrito. (I)

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148 casos reportados en planteles de Guayas

De acuerdo con cifras de la Fiscalía de Guayas, de enero a octubre de 2017 se reportaron 148 casos de delitos sexuales en establecimientos educativos de la provincia. El año anterior, la cifra era de 71. De los casos conocidos en lo que va del año, 73 ocurrieron en Guayaquil.

Patricia Morejón, fiscal provincial, explicó que cuando se trata de violaciones o abuso sexual inmediatamente acuden los fiscales a investigar. “Estamos trabajando con gestión procesal para identificar cuántos casos hay de este tipo a fin de llevar un control y un seguimiento, que es lo más importante”.

La funcionaria precisó que en su jurisdicción existen 10 fiscalías especializadas en violencia de género y que los funcionarios están capacitados. “Por ejemplo, si una persona dice ser víctima de violencia sexual se recepta la denuncia aunque no sea flagrante. En cuando a la parte administrativa, porque obviamente los fiscales están limitados por el sistema, la tomarán en Word  y nosotros internamente la ubicamos en la parte que corresponda”.

En cuanto a la ayuda a las víctimas de abuso, indicó que existe la unidad de atención de peritaje integral, que cuenta con psicólogas, trabajadoras sociales y médicos. (I)