Las críticas por ser el primo del presidente de la República, Rafael Correa, no incomodan al economista Pedro Delgado, quien está al frente de  la Unidad de Gestión y Ejecución de Derecho Público del Fideicomiso AGD-CFN No Más Impunidad y de la presidencia del directorio del Banco Central del Ecuador (BCE).

¿El BCE era su aspiración?

Mi compromiso de lealtad y responsabilidad es con el Presidente de la República. Le agradezco la confianza que ha depositado en mí desde que estoy en el Fideicomiso y ahora  en el  BCE.

¿Palanqueos?

Es un tema de responsabilidad y experiencia, no de palanqueos ni de relaciones familiares.

¿Pero en alguna ocasión el Mandatario le llamó la atención por no cobrar rápido a los hermanos Isaías, dueños del extinto Filanbanco?

Con el señor Presidente hemos  conversado claramente de ese tema. Él tiene la preocupación de que después de más de una década no se ha cerrado el capítulo de la crisis bancaria. Lo que sucedió es que algunos funcionarios manifestaron que se podía  cobrar y vender los bienes de los hermanos Isaías en tres meses, cuando en la práctica no fue así.

Cuando tomamos el control de esos bienes, nos dimos cuenta que no habían registros de la propiedad actualizados y que no se pagaron impuestos. Incluso algunos jueces aceptaron amparos posesorios.

¿Qué pasó después?

Regularizado todo, se vendió  la “joya de la corona”, que es el ingenio azucarero  EQ2 (por 133 millones de dólares). Con esos recursos más lo de las ventas de TV Cable y  autos clásicos se pagó a los depositantes.  En el caso de los acreedores de Filanbanco Internacional se ha cubierto alrededor del 70%.

¿A cuánto asciende el avalúo de todos los bienes de los Isaías?

Está calculado en alrededor de  500 millones de dólares.

¿Qué otros grupos económicos han sido intervenidos?

Tenemos incautaciones de los grupos Miranda y Peñafiel; así como de Fernando Aspiazu, entre otros. En el 2012 vamos a revisar lo actuado para completar los procesos en aquellos casos en los que  no se han profundizado las acciones.

¿Y qué pasa con los deudores de la banca cerrada?

Se publicó un listado de alrededor de 600 personas. Incluso algunas de ellas interpusieron juicios de excepción para evitar el pago. Lo que querían era engañar a la justicia.

Por eso pedimos a la Fiscalía, en noviembre de 2010, que haga un peritaje  de las supuestas falsificaciones  de documentos que aducían los deudores. Al final se determinó que en todos los casos esos documentos eran reales.

Les hemos dicho que tienen que pagar y les recordamos a los jueces que tramitaron las causas que tienen la obligación de desecharlas.

Con la reforma tributaria se otorga un plazo a los deudores para que consignen el dinero y a los jueces para que certifiquen y concluyan el caso. ¿Ya se empezaron a emitir esas certificaciones?

Hasta el momento no existe ninguna certificación. Nuestros abogados están solicitando la información a los jueces. Si no actúan como corresponde, entonces publicaremos sus nombres.

¿Qué procede luego?

En enero arrancará la vía coactiva.

Usted está al frente de dos entidades: el Fideicomiso y el BCE. ¿El Fideicomiso opera paralelamente al BCE?

No, opera coordinadamente.

Usted reemplaza en el BCE al economista Diego Borja, quien no tiene afinidad hacia su persona.

No tengo nada que decir a declaraciones del economista Borja, yo respondo de acuerdo a resultados.

¿Existe algún interés de su parte por el Banco del Pacífico?, pues Borja ha señalado que usted es partícipe de querer privatizarlo.

Nadie está privatizando el Banco del Pacífico, nadie está dejando de cobrar acciones. Las opiniones del doctor Borja me tienen sin cuidado.

Al ser el BCE uno de los mayores accionistas, ¿cuál será  el camino de esa entidad bancaria?

El Estado es el accionista del Banco del Pacífico y el BCE era el  representante o el custodio de esa propiedad. Ahora el custodio de esas acciones es la Corporación Financiera Nacional (CFN), porque el BCE es el ente regulador.

El BCE es el que regula las tasas de interés y hace la inversión de la reserva. Uno de los beneficiarios de la inversión de esa reserva es el Banco del Pacífico. Por tanto, no puede ser juez y parte.

Para fortalecer la dolarización, ¿cuál es la política a seguir?

Los esquemas implican un proceso muy fuerte de tecnificación del sistema nacional de pagos. Se tiene previsto que la cámara de compensación tiene que ser automática, es decir estar en línea y dejar de ser manual. Lo que significa que los cheques que usted gire se entreguen en el banco y ese banco envíe a una oficina para intercambiar físicamente con las otras instituciones del sistema financiero.

Nuestro objetivo es que con ese sistema en el 2012 se puedan implementar proyectos como el de la billetera móvil, que propiciará la inclusión económica a través de transacciones que se hagan vía celular desde cualquier operadora a cualquier institución bancaria. Se pondrá mayor énfasis a las cooperativas.

¿Qué otros ejes incluye la política del BCE?

Se potenciarán la capacidad técnica en información económica y la capacidad fiduciaria que tiene el BCE como agente de gestión del Gobierno en torno al manejo de cuentas públicas. Vamos, además, a proteger la institucionalidad y a fortalecer la coordinación del manejo de la política económica.

Al estar el BCE pendiente del movimiento económico del país, ¿cuál es el panorama para el 2012? Recordemos que  el Presupuesto General del Estado fue elaborado con una inflación proyectada del 5,14%.

La economía del Ecuador está creciendo alrededor del 5%, preveemos  un proceso de estabilidad  económica fuerte porque el país ya no depende tanto de la producción petrolera, sino de la riqueza productiva.

¿Mejorará la economía pese a la crisis europea?

Hay que hacerle un seguimiento al tema de la crisis. Creemos que las decisiones en política económica que están tomando las autoridades lograrán estabilizar la situación.

Si algo se produce y se agrava la coyuntura europea, evidentemente nosotros actuaremos con prudencia y responsabilidad.

¿Tenemos las reservas necesarias para enfrentar una crisis?

El país tiene las reservas suficientes; pero ahí el tema no es solo tener el dinero, sino contar con políticas de reacción que permitan movilizar los recursos. En el 2009, con la crisis inmobiliaria de los EE.UU., el Gobierno actuó rápidamente.

¿A cuánto ascienden las reservas?

Actualmente superan los 3 mil millones de dólares.