Nicolás Vélez, más conocido como Panchito, es un mecánico con más de 47 años de experiencia. Su taller es un “carricoche” estacionado en las calles Ismael Pérez Pazmiño y Sucre (Guayaquil). Antes ocupaba un local cerca, pero los dueños lo vendieron. Desde hace 32 años “para” en esa zona porteña, pues todos sus clientes lo buscan allí.

Su trabajo lo desarrolla a pocas cuadras del barrio 10/10 (10 de Agosto y la Décima), donde el Municipio de Guayaquil hará el proyecto ‘Ordenamiento de Talleres de Carros en el sector Oeste de la Ciudad’. La propuesta consiste en concentrar ese tipo de negocios en un solo punto.

‘Panchito’ es un hombre humilde. Él considera como buena la idea, pero le preocupa cuánto le cobrarían por ocupar un local. Otros mecánicos de la zona también hacen observaciones a la iniciativa municipal. Esta implica la expropiación de 26 casas.   

Jonathan Campos, quien labora cerca, comparte la buena intención de reordenar la urbe. No obstante califica de injustos los valores que se quieren pagar por los terrenos a las familias. “Lo veo bien, para nosotros, desde el progreso, pero no parece ético. Hay una persona a la que solo le quieren dar $ 11.000”.

En ese mismo sentido, Fabrizzio Rivas, quien labora en un taller, ve mal el desalojo que quieren hacer. “Sería bueno que la Alcaldía ofreciera otras alternativas”. Asimismo, expresa su incertidumbre ante los cambios. “Habrá mucha competencia, porque todos estaríamos en el mismo lugar”.   

Por su parte, los habitantes del sector continúan con los reclamos al Cabildo. La vecina Yadira Jiménez fue una de las notificadas por el ente seccional. Una vez que reciba el valor de la expropiación de su inmueble, tendrá tres meses para buscar una nueva casa.    

El monto que le quiere dar el Cabildo porteño por el inmueble de dos pisos y de cemento es $ 30.000. Doña Yadira ha buscado con antelación su futura morada, en sitios próximos, pero la más barata está en $ 40.000. “No hay nada a menor precio por aquí”.

Los moradores creen que la solución a todo el problema es que se desarrolle la iniciativa en otra parte. “Si lo hacen por el tema del microtráfico, la presencia permanente de la Policía lo ha eliminado. Los ciudadanos que nos quedamos somos gente de bien. No tienen necesidad de sacarnos y menos con la cantidad que nos ofrecen”.

Su vecina, Petita Castro, pide al alcalde Jaime Nebot Saadi que analice la situación. “Que se ponga la mano en el pecho y se dé cuenta de que esto es injusto”. Según la propuesta, el plan de reordenamiento contribuirá a “contrarrestar la actividad informal del sector, a implementar puestos de trabajo para mecánicos que no utilizarán la vía pública para sus labores diarias e, indirectamente, beneficiar otras actividades productivas. (I)