La fuerte lluvia que soportó Guayaquil en la tarde y noche del jueves, por 5 horas, provocó anegaciones y problemas de tránsito en las zonas residenciales de la urbe, Durán y Samborondón.

La intensidad de las precipitaciones se presentó en forma distinta dependiendo del sector. Los lugares más críticos estuvieron en el norte, especialmente en las zonas de Mucho Lote, Orquídeas, Vergeles, Sauces, Alborada y Ciudad del Norte.

En los sectores mencionados se registraron precipitaciones de entre 42 y 46 mm por metro cuadrado, según el último reporte del Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi).

El boletín también indica que los niveles de precipitaciones presentados durante el mes superaron el promedio histórico. En una de las estaciones meteorológicas del norte, se acumularon 143 mm, cuando lo normal es 56,3 mm.

En la Av. Francisco de Orellana, vía a Daule y en la autopista Narcisa de Jesús, algunos conductores como María Benavides tuvieron problemas con sus vehículos debido a que el nivel de agua en las vías ocasionó desperfectos en los motores.

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La ciudadana debió solicitar ayuda a algunas personas para llegar hasta su casa en Ciudad del Río. El carril oeste de la Narcisa de Jesús, aseguró, es el único punto donde hay problemas durante un aguacero.

Mientras en Mucho Lote los efectos de la lluvia aún eran visibles durante la mañana de ayer en el parque lineal del lugar. El sitio cuenta con un bordillo de unos 20 cm de alto que dificultó la salida del agua y provocó anegaciones en los alrededores de los juegos infantiles.

El problema es recurrente cada año, manifestó Karina Monar, habitante del sector. Las acumulaciones del líquido también se convierten en sitios propicios para la aparición de mosquitos.

El sistema ECU-911 a las 15:30 de ayer comenzó a reportar una nueva lluvia en el norte de la ciudad. La entidad solicitó precaución a los conductores.

En esta ocasión no hubo un aguaje que acompañara como factor de las inundaciones. El próximo período de este fenómeno recién se presentará del 18 al 21 de mayo, según un informe del Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar).

Mientras que las condiciones superficiales del mar que propiciaron la aparición de la corriente de El Niño, en las costas ecuatorianas, se mantendrán por 4 o 5 meses más.

El más reciente informe del Centro para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen) reveló que  la intensidad del fenómeno se mantiene débil, indicó Juan José Nieto, colaborador de la entidad.

Hasta el momento no existe variación en los valores de las condiciones oceanográficas del Pacífico, tales como temperaturas superficiales. En el caso de las costas ecuatorianas los niveles han oscilado entre “1 y 1,5 por encima de lo normal”.

Sin embargo, todavía es prematuro anticipar una posible evolución que afecte la intensidad. La Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA) confirmó en marzo pasado la llegada de El Niño. (I)