Los transeúntes que pasean por el Malecón de Durán (en la ciudadela Abel Gilbert) contemplan a diario el avance de la estructura del segundo paso peatonal basculante, que unirá a Durán con la Isla Santay.  

A varias cuadras de distancia se aprecian los postes rojos que sostendrán las 7 toldas que estarán en los puntos de descanso del paso de 677 metros de largo (es más corto que el puente Guayaquil-Santay que posee 840 metros).

Según Emiliano Sornoza, subdirector técnico zonal 8 de la Subsecretaría de Contratación de Obras  (Secob), los tensores de las toldas  están siendo ajustados para que puedan soportar vientos de hasta 100 kilómetros por hora (km/h).

Además los trabajadores, hasta la semana pasada, afinaban los detalles de la cabina de control de la parte levadiza. A eso se sumó la colocación de otros detalles de la construcción como barandas y la pintada de los postes. Como todo el piso fue completado ya es posible cruzar caminando. Toma menos de 10 minutos hacerlo.   

De acuerdo con el cálculo de la Secob, el nuevo paso peatonal basculante presenta un avance del 92%. “La fecha prevista para la entrega es el 15 de julio de este año”, precisó el funcionario de la Secob.

Una diferencia con el otro viaducto está en la parte levadiza. La zona basculante del puente de Durán está cerca al Malecón. Aquello permitirá que los visitantes puedan apreciar a menor proximidad el paso de las naves. “Es que en Durán la parte de mayor calado está cercana al Malecón”, explica Sornoza. En el puente que enlaza a Guayaquil y Santay la parte basculante está en la mitad.

Entre otras de sus características está que la parte basculante tiene una apertura mínima de 48 metros y 4 metros de ancho.    

En el trayecto se distribuirán banquetas y tachos ecológicos en los que se puede hacer la separación de los diversos tipos de desechos en las fuentes. También habrá división de carriles para los ciclistas y los peatones. La otra construcción que se ejecuta es la colocación de 5,5 km de caminería alta y de 9 km de sendero terraplenado. “En la caminería de Guayaquil a Durán hay 67% de avance y en el sendero terraplenado, 17%”.

La geografía del lugar, compuesta en gran parte por esteros, es uno de los principales obstáculos que han  encontrado para avanzar más rápido en los trabajos, pues por ser una zona protegida se tienen que introducir los materiales sin usar maquinaria. Actualmente en la isla se trabaja en la instalación de los pisos especiales para las personas que ingresen. Todo el proyecto Durán-Santay tiene un costo de $ 19’790.000.

La vegetación que de alguna manera ha sido removida para abrir el sendero debe de ser plantada nuevamente, según lo establecido.   

José Rodríguez, vecino del lugar, comentó que la obra también activará el comercio en el cantón, pues cree que los turistas que usen el puente recorrerán otros sitios de Durán. “Algunos ya hemos pensado en la posibilidad de poner algún tipo de negocio en la ciudadela”, adelantó el morador de la ciudadela Abel Gilbert.   
Tras la apertura del primer paso basculante, en mayo, el interés de los visitantes se ha mantenido. En la isla los habitantes se han organizado para ofrecer servicios de guía turística y de alimentación.  Asimismo, los residentes de la zona protegida se capacitan para ayudar a proteger el lugar.   

En los primeros días se evidenció la presencia de turistas extranjeros y de otras provincias del país. La mayoría de ellos acudió a la cocodrilera para observar a las 12 especies protegidas.

Los ciudadanos que ingresan a la isla deben de registrarse en unas casetas para determinar el número de visitas que recibe la isla y controlar el flujo.

DATOS

En Santay existen las siguientes especies: florística (65), mangle (5), mamíferos (25) y aves (128).   

Según el Plan de Manejo, Santay fue dividida en las siguientes zonas: usos múltiples (59 hectáreas -ha-),  turismo y recreación (96,69 ha), restauración (697,94 ha), conservación (1.069 ha) y subzona de conservación estricta (252 ha).  

En la ecoaldea se venden platos típicos (ceviches, seco de pollo y arroz con menestra y pescado) a precios que van de $3 a $4. También hay embarcaciones que parten los fines de semana desde el Malecón Simón Bolívar.