De caminar seguro y mirada desafiante, Connie Maily Jiménez Romero no solo es la mujer más bonita de Ecuador sino también una persona carismática, optimista, versátil  y soñadora férrea. Es una sagitario. Aunque no cree en el Zodíaco, inconscientemente posee las características de este signo.

La primera cualidad (carismática) le ha permitido desarrollar excelentes relaciones con las personas que están a su alrededor; la segunda (optimista), la alienta a cumplir sus propios sueños y dar lo mejor de sí en cada día; la tercera (versátil) le permite colgar las botas y ponerse los tacones; pasar del campo a la pasarela con total naturalidad; y, por supuesto, Connie es soñadora. Eso la motiva a plantearse proyecciones de su vida.

Una amplia sonrisa enmarca su bonito rostro y una dieta rigurosa le ayuda a forjar su esbelta figura, aquella que ha sido moldeada gracias al ciclismo, deporte que practicaba diariamente en las extensas áreas de la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano, en Honduras, donde la Miss Ecuador estudió su carrera universitaria.

A sus 16 años viajó al país centroamericano para estudiar Administración de Agronegocios y antes de graduarse realizó pasantías en el área de exportación en Polonia. Al regresar al país apostó por el concurso de belleza más importante de Ecuador, convencida de que era la oportunidad para impulsar proyectos productivos y no solo iniciativas de carácter social.

Ha canalizado sus energías para cumplir su proyecto: abrir una escuela en la que se desarrollen técnicas para el sector agrícola y así  favorecer al 35% de la producción.

Para eso ha convocado a profesores del Zamorano para que vengan al país a dictar clases y busca que las empresas interesadas en esta iniciativa se sumen con insumos, fertilizantes y químicos. “En Ecuador tenemos climas propicios, tierras fértiles; no obstante, aún existen pequeños productores con varias hectáreas y necesitan capacitarse e incluso contratar a más personas para darle un mejor manejo a la producción”, comenta la representante ecuatoriana al concurso de Miss Universo. “Es tan importante que se invierta en la tierra, porque hacia allá va el futuro del país”.

Connie posee autoconfianza y está segura de que va a cumplir sus sueños, esos que la inspiran a trabajar en el sector de exportaciones y convertirse en la primera mujer que maneje una cartera de Estado relacionada con la economía o la agricultura.

Hoy se siente satisfecha por ser la primera representante de la provincia de Los Ríos que se coronó como Miss Ecuador.

Esta mujer, oriunda del cantón Ventanas, está orgullosa de tener como pilares fundamentales a Dios y a su familia, a sus 22 años disfruta pasar tiempo con sus seres queridos. Aún recuerda momentos de su niñez y adolescencia que vivió en la finca de su cantón natal, rodeada de extensos maizales donde aprendió a sembrar diversidad de productos y a realizar actividades propias de la vida campestre: atender el parto de un cerdo, ordeñar vacas, etc.

“Había comodidades, pero no al extremo”, enfatiza Connie mientras bebe un vaso con agua y revisa las redes sociales para responder los comentarios de todos sus admiradores. Cuando era candidata tenía 7.000 seguidores en Instagram, el día del evento llegó a 35.000 y hoy son 38.500.

Aunque los malos comentarios no se hacen esperar, Jiménez hace caso omiso. “Quizás vivir en el extranjero forjó en algo mi carácter y me ha dotado de una firme autoestima. Los comentarios negativos siempre estarán. Pero prometo que Ecuador tendrá la representante que espera para el Miss Universo”.

Con ese objetivo en la mira viajará a Venezuela para prepararse con los expertos en belleza y, mientras tanto, mantiene conversaciones con la ex Miss Universo Estefanía Fernández, quien siempre le brinda tips y recomendaciones para desenvolverse mejor.

Consecuente con sus principios y responsable con el medio ambiente, Connie es de las que siempre pide que apaguen las luces innecesarias y recicla las botellas plásticas. Además, refleja su amor por los animales con sus dos gatos persas y dos perros shih tzu que tiene en su hogar.

Luego de representar al país en el Miss Universo quiere crear su propia exportadora de banano y obtener una maestría en negocios internacionales. Son sueños que, por ahora, tiene en mente, pero los cumplirá con la perseverancia que la caracteriza.

El proyecto de Connie de tener una escuela de campo para mujeres en la agricultura fue escuchado, el lunes pasado, por el presidente de la República, Rafael Correa, con quien la Miss Ecuador compartió  el cambio de guardia, en el Palacio de Carondelet, así como un almuerzo y música en vivo.

La reina de belleza recibió la felicitación del Mandatario por su preparación académica (es ingeniera en Agronegocios egresada de la Escuela Agrícola Panamericana Zamorano. Según Jiménez, acordaron visitar las instalaciones de la Universidad Yachay. (I)