Ecuador, 10 de Mayo de 2024
Ecuador Continental: 12:34
Ecuador Insular: 11:34
El Telégrafo
Comparte

El verde sintético reemplaza al natural

Los médicos deportólogos recomiendan que se utilicen zapatos adecuados para jugar en las canchas sintéticas. La rigidez de la superficie que tienen las hace peligrosas porque pueden afectar las rodillas. FOTO: Karly Torres / El Telégrafo
Los médicos deportólogos recomiendan que se utilicen zapatos adecuados para jugar en las canchas sintéticas. La rigidez de la superficie que tienen las hace peligrosas porque pueden afectar las rodillas. FOTO: Karly Torres / El Telégrafo
13 de julio de 2014 - 00:00 - Johnny Alvarado

La aparición de canchas sintéticas de alquiler es cada vez más notoria.  Solo en el norte, según datos de los mismos administradores de estos sitios, hay una veintena.    

La demanda, de acuerdo con los usuarios de esos espacios, obedece a la necesidad de la ciudadanía de encontrar lugares para hacer deporte en condiciones cómodas.
Los fines de semana las canchas  de césped sintético reciben a decenas de personas que alquilan estos lugares por 1 o 2 horas. Los cupos son tan escasos que muchas veces se los debe separar con dos días de anticipación. 

Vecinos, compañeros de trabajo y de aulas se enfrentan a diario a estos sitios que a más de brindar un lugar para jugar índor fútbol prestan el servicio de bar y de comida.   
Pablo Chávez, subdirector del departamento de Marketing de la Universidad Laica Vicente Rocafuerte, dice que este negocio surge ante la prohibición del juego de índor en las calles y por seguridad de los deportistas. “En una cancha sintética existe menos riesgo ante una caída”, dice. Asegura, además, que los empresarios siempre están pendientes de lo que demandan los consumidores. “Un inversionista primero analiza si existe la necesidad. De existir el requerimiento, ubica el lugar y los posibles clientes.

Recordemos que en Guayaquil tenemos sitios para todos los niveles sociales. En la parte empresarial se trata de un gran emprendimiento que surge cuando el Municipio de Guayaquil y el Gobierno Nacional empiezan a dotar de espacios de recreación a la ciudadanía. En medio de esa demanda que ya están supliendo las autoridades aparecen estos sitios privados. En lo personal creo que todo empresario busca dotar a los clientes de lo que ellos requieren. No olvidemos que hacer deporte también dota de buena salud y sirve para integrar a los seres humanos”.

Para Ángel Castro, director de la carrera de emprendedores de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil, el auge de estos lugares es producto de la tendencia mundial de hacer deportes para mantenerse sano. Además asegura que al ser el fútbol la práctica deportiva más común en el país siempre se constituye en un nicho muy rentable para los empresarios.  

“Desde ese punto de vista se abre la posibilidad del emprendimiento. Quien invierte siempre está atento a que su cliente quede satisfecho. En este caso le proporciona un lugar seguro en donde no sufrirá accidentes ni robos. Un sitio para distraerse con sus amigos o vecinos”.  

Distracción y diversión  

Luis José Duarte, de 34 años de edad, es uno de los más fieles visitantes de la cancha Fútbol Lote, ubicada en la entrada de la urbanización Mucho Lote. Él todos los viernes acude con un grupo de compañeros de aula de la Universidad de Guayaquil en busca de un momento de distracción y deporte. Cuenta que tiene 3 años yendo a las canchas y que considera que es un buen momento no solo para distraerse sino también para ejercitarse. Con él acuden 12 compañeros de clases y cada uno aporta entre 2 y 3 dólares para pagar la hora.   

Este sitio tiene 5 años funcionando, comenta su administrador Rodolfo Guerrero. Al lugar acuden por día cerca de 100 personas y los fines de semana la cifra se duplica. Los principales clientes son jóvenes que desean ejercitarse y que lo hacen luego de sus jornadas de estudio o trabajo. Aunque el sitio empieza a atender a las 09:00 es a partir de las 16:00 que  empiezan a llegar los asiduos clientes, luego de la jornada laboral.   

El valor para hacer uso de una cancha sintética en donde pueden jugar 10 personas es de 35 por hora.  Las 2 horas cuesta 60. 

Para Guerrero el surgimiento de estos espacios se debe a la carencia de lugares para hacer deporte. “Cuando se inauguró el parque de los Samanes decayó el alquiler, pero a los pocos días  volvió la demanda debido a que en el parque se debe sacar turno con 24 horas de anticipación y solo se pueden utilizar las canchas por una hora.  

El negocio no solo radica en el alquiler de las canchas sino también en el bar y la cafetería que estos espacios tienen.

Inversión y costos

El valor que tiene la hora para utilizar una cancha sintética y que va de los 25 a 40 dólares, obedece a la inversión que deben realizar los propietarios, dice Luis Collante, gerente de las canchas Jogo FC. El local que él administra, que a más del alquiler de las canchas es un complejo deportivo, demandó la inversión de $280.000. Eso sin contar con el terreno, que en casi todos los casos su valor supera los $50.000.

Collante asegura que sus clientes buscan no solo pasar un momento agradable sino también seguro, por ello escogen sitios que cumplan con todas las medidas  de seguridad:  “que tenga permiso de la Intendencia de Policía, del Ministerio de Salud, de la Municipalidad y de los Bomberos. Un cliente se siente satisfecho cuando le dan un buen servicio”.  

Jogo Fc no solo atiende a grupos de amigos sino que también tiene contratos con empresas que realizan olimpiadas y juegos deportivos. A ellos se les separa las canchas jueguen o no y se les da facilidades porque son clientes fijos. Los fines de semana el lugar suele estar lleno, ya sea de grupos de amigos o de compañeros de trabajo que acuden a su integración empresarial. 

Según Collante, lo más caro, a más del terreno, es el césped sintético; su valor varía entre  los 22, 28 y 35 dólares y dependiendo de la calidad puede durar entre 3 y  11 años.

El mantenimiento es muy importante, dice Rodolfo Navarro, administrador de la cancha ubicada junto al colegio Antares en la Alborada. El lugar que él administra tiene 5 años funcionando y la inversión que realizaron los propietarios fue de 100.000 dólares solo en la obra civil.  El terreno supera los $90.000.      

Cuenta que antes de construir las canchas se pensó hacer un condominio, pero la pasión que siente por el fútbol los llevó a pensar en esta alternativa que está dando excelentes resultados, porque a más de las canchas tiene un gimnasio.

El césped juega un papel muy importante en la instalación de este negocio porque de él depende la seguridad del jugador. Primero tiene que tener una buena textura, una excelente amortiguación y estar limpio. Cada dos semanas se lo lava no solo porque resulta peligro sino porque se ensucia y eso es molestoso para los clientes.

Seguridad antes de jugar

El surgimiento de estos sitios para ejercitarse no solo genera satisfacción en los concurrentes, también puede provocar lesiones. Así lo asegura el doctor Tyrone Flores, médico deportólogo y presidente de la Federación Nacional de Medicina del Deporte.

Para el facultativo el principal problema radica en la falta de un amortiguamiento adecuado. “En mi vida profesional he visto más de 50 tipos de canchas sintéticas  y el problema más común está en el amortiguamiento que deben de tener y que debe ser similar al de una cancha de césped natural. Eso genera que los niños y adolescentes deportistas tengan problemas en los cartílagos de crecimiento y en la columna. Además, como las superficies son muy duras existen deslizamientos y eso provoca esguinces de tobillo y rodilla. La principal recomendación es mucha amortiguación. Las canchas sintéticas deben estar diseñadas con varias capas, solo así se garantiza  el bienestar de los deportistas. Para el médico deportólogo,  Antenógeno Lucas, en las entradas de las canchas deben existir letreros que adviertan a los deportistas sobre el uso de zapatos adecuados para evitar lesiones.

Según el médico no se pueden usar  zapatos de pupos porque eso genera que los frenazos que realiza el jugador sean muy fuertes y causen distensión en los ligamentos de las rodillas y molestias en los tobillos. “El jugador debe saber que se expone a lesiones porque está sobre un espacio rígido.

El césped artificial evita lesiones y las caídas no son tan fuertes, pero eso no libra al deportista de lesiones graves”.    

Si en las canchas de césped  natural el pie patina y resbala con facilidad eso no ocurre con el material sintético. “El pie no resbala, se frena bruscamente y esto genera una lesión muy severa en los  tendones y  rodilla”, asegura Lucas.

Los zapatos adecuados para utilizar en las canchas sintéticas son aquellos que no tienen pupillos, es decir zapatos livianos con suela de goma y acolchonados por dentro. La planta tiene estrías que impiden el fácil deslizamientos y el frenado brusco.   

Contenido externo patrocinado

Ecuador TV

En vivo

Pública FM

Noticias relacionadas

Social media