El malecón Simón Bolívar, el Parque Samanes, el cerro Santa Ana y la isla Santay son las primeras opciones de los guayaquileños y turistas que buscan alternativas de entretenimiento en la ciudad.

Las razones para preferir estos sitios son variadas: actividades al aire libre, bellos paisajes, naturaleza y juegos deportivos. En el malecón, las personas comentan que lo mejor de Guayaquil se encuentra en las riberas del río Guayas.

Mónica Ludeña participó en el pregón organizado por la Unidad Educativa La Providencia acompañada de sus hijos, un niño y una niña, quienes vestían los tradicionales trajes de guayabera y el vestido de la ‘Guayaquileña bonita’, respectivamente.

Es la primera vez que se une a las actividades de un plantel en las fiestas de la ciudad, así como en compartir con sus pequeños una larga caminata desde la calle Colón hasta Gómez Rendón (13 cuadras).

Cuando busca un lugar para pasear, piensa primero en el Parque Samanes y el malecón Simón Bolívar, “porque prefiero distraerme al aire libre antes que ir a un mall”.

En el parque lineal dentro del malecón, los ciudadanos  han seleccionado los puntos para fotografiarse. El barco Pirata Morgan y el Buque Escuela Guayas, la estatua de

Juan Pueblo, al pie de la Torre Morisca, y las letras gigantes de la palabra Guayaquil (que estos días lucen los colores blanco y celeste), al pie del Hemiciclo la Rotonda, son los sitios predilectos para plasmar un recuerdo.

A la altura de la calle Colón, Rodolfo Bohórquez administra hace 2 años un negocio de esferas gigantes en las que niños y adolescentes se introducen para flotar en el agua.

Los mejores días para el negocio son los fines de semana y por $ 2,50 otorga 3 minutos de entretenimiento. “Ahora las esferas tienen soga para evitar que se topen con  los monumentos”, explica.

Hacia el norte, las escalinatas del cerro Santa Ana son las predilectas de los ciudadanos para observar la ciudad desde un punto elevado. En el sector El Faro, en la cúspide del trayecto, hasta la noria de 57 metros que el Municipio construye al pie del río Guayas se ve pequeña la urbe, comenta con asombro Alberto Cabezas, quien llegó desde Esmeraldas solo para subir el cerro.

Al ser consultado sobre si tiene otros sitios en mente para visitar, el turista manifestó que lo mejor de las ciudades más grandes está en sus sectores más antiguos. “Quito y Cuenca tienen sus centros históricos, yo me quedo con Las Peñas como el lugar más referencial de Guayaquil”, destaca.

Sin embargo, hay quienes optan por sitios menos concurridos, pero agradables para pasar el día. Janeth Cedeño, por ejemplo, llegó hasta el parque Seminario para observar la fauna del lugar.

La joven mujer, quien hace una pausa en su almuerzo para ver las iguanas cerca de donde trabaja, afirma que cada parque de la zona urbana tiene un encanto propio. “En el Forestal tenemos la laguna artificial, en el de la Armada está el buque Calderón... Lugares bonitos es lo que nos sobra”, comenta orgullosa. En definitiva, las orillas del Guayas todavía atraen a los turistas locales, nacionales y también a quienes llegan desde el extranjero. (I)

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Un paseo por la isla Santay, ubicada a 15 minutos caminando desde Guayaquil, ofrece vistas como esta de la ciudad. Desde Puerto Santa Ana y el Edificio del Tornillo, pasando por el cerro Santa Ana y el barrio Las Peñas y siguiendo por la rueda moscovita y el malecón Simón Bolívar hasta la avenida 9 de Octubre, incluso hasta el sur de la urbe, el río Guayas ofrece un espectáculo único. Foto: Karly Torres / El Telégrafo