El robo de tapas de alcantarillas, jardineras, botes de basura y otros objetos metálicos es un problema que aún no se ha solucionado en el Malecón del Salado, desde la calle 17 hasta la Víctor Hugo Briones -cerca del puente El Velero-.

A lo largo de la avenida 10 de Agosto, que limita con el malecón, se observa que varios elementos de propiedad pública han sido sustraídos. En otros casos, las piezas decorativas han sido ligeramente removidas. Eso ocurre con varias placas metálicas que están semilevantadas. “Si no se las terminan de llevar es porque de ese lado -el malecón- hay más vigilancia”, denunció Maribel Muñoz, quien reside hace 15 años en las orillas del estero.

Según Muñoz, la situación ha sido denunciada tanto a las autoridades locales (Fundación Guayaquil Siglo XXI y Cabildo) como a la Policía Nacional, pero hasta el momento no se ha solucionado.

Se robaron tres grifos mientras el alcalde inauguraba un tramo del Parque Lineal en la Av. BarcelonaLos moradores del sector señalaron que el perjuicio tiene relación con un centro de acopio de metales que funciona en el barrio. En el lugar, aseguraron, se comercializan los bienes sustraídos.

Ayer, en una de las viviendas cercanas al estero, varias personas salieron con objetos metálicos, que luego fueron ubicados en una camioneta. En cuestión de minutos, los vehículos receptaron la carga y se retiraron del lugar.

Los vecinos del callejón donde está el centro de acopio, la mayoría, prefieren el anonimato cuando se refieren a este tema, pues califican el barrio de alta peligrosidad. Temen a las represalias.

Fanny Vera, con 25 años en el sector, cuestionó que los guardias de la empresa Maximseg, contratada por la Fundación Guayaquil Siglo XXI para que cuide los bienes públicos, solamente vigilan el interior del malecón y descuidan la parte exterior. “Si ven que se están robando las tapas de alcantarilla, no se mueven de sus puestos”.

Casos recientes de hurtos en la intersección  de la calle Octava y 10 de Agosto se produjeron en los dos últimos meses. El pasado martes, recordó Vicente Muñoz, el barrio se quedó sin energía eléctrica, precisamente porque  se sustrajeron los cables del alumbrado público.

El hurto de estos objetos ocurrió tras la desaparición de dos tapas del servicio público fabricadas en cemento con borde de metal. En el sitio mencionado, los vecinos optaron por cubrir con tablones los huecos que quedaron para evitar que alguna persona sufra un accidente.

La Fundación Guayaquil Siglo XXI reconoció que el sitio es uno de los  más afectados por la agresión a la obra municipal. Dicho tipo de delito representó una pérdida anual de 40.000 dólares hasta 2012.

Al respecto, Wilfrido Matamoros, titular de la entidad, aseguró que los operativos del Municipio en centros de acopio y chatarreras han permitido disminuir un 25% las pérdidas. “Sin embargo, el problema es latente y atendemos, en la medida de nuestras competencias, todas las denuncias que recibimos”, indicó.

El robo, afirmó, se da en las circunstancias menos esperadas. En octubre de este año, durante la  inauguración del último tramo del Parque Lineal de la Av. Barcelona, se robaron tres grifos. “Esto ocurrió mientras se realizaba  el recorrido con el alcalde”.  

Sobre la vigilancia de los guardias, detalló que la misión de los celadores es proteger el malecón las 24 horas. Aquello se comprobó durante el recorrido que este medio realizó en su interior. Cinco miembros de la empresa Maximseg siguieron al fotógrafo para evitar que captara fotos sin permiso del Municipio de Guayaquil. Pero la consigna  que tienen, cuando  observan alguna irregularidad en exterior, es no intervenir y llamar por teléfono a la Policía.