La producción nacional de jugadores de alto nivel cambió el enfoque de la naturalización de extranjeros. La última remesa importante de nacionalizados seleccionables se remonta al proceso eliminatorio de Francia 98, en el cual el profesor Francisco Maturana incluyó al argentino Ariel Graziani y al brasileño Gilson de Souza en la delantera. Carlos Alberto Juárez también se nacionalizó en 1999 y un año después fue convocado a la ‘Tri’.

En los últimos años, los futbolistas que han llegado del exterior no se han mostrado superiores a lo que un seleccionado ecuatoriano puede ofrecer. Por ello la ‘Tri’ dejó de ser uno de los fines principales de la naturalización, y quienes han logrado ese objetivo no figuran como la primera opción.

Hoy la obtención de la doble ciudadanía se ha convertido en el resultado del sinceramiento entre los extranjeros y los directivos respecto a la relación costo-beneficio que representan en los clubes. Un ejemplo claro es el de Federico Nieto en Barcelona. Hace un año su permanencia en el ‘Ídolo’ está comprometida con el cupo de extranjero que aún utiliza. “Esto -la nacionalización- lo decidimos con el presidente -Antonio Noboa- y los directivos, estoy esperando nada más que ya salga”, señaló el argentino a inicios de 2015, cuando su proceso de recuperación de la lumbalgia que padecía avanzaba lento. El jugador ha tenido problemas desde su llegada a la institución. Tras fichar en 2014, su lesión le restó regularidad; ese año  jugó 17 partidos y marcó 3 veces. En el siguiente período nada cambió; sus problemas físicos lo frenaron y fue prestado a Universidad Católica en el segundo semestre.

Lejos de ser el cotizado goleador del Deportivo Quito (29 tantos), el bonaerense pone a pensar a la actual directiva sobre la real utilidad que le deja al club su estadía como extranjero. Su salario es elevado, las deudas con él alcanzan los $ 900.000 y a sus 32 años no es garantía en el ataque. Para el Campeonato 2016, los 12 clubes de la serie A utilizarán en total 10 nacionalizados (ver infografía), de los cuales solo dos ocupan un lugar en la Selección: Esteban Dreer y Librado Azcona. Un punto de coincidencia entre la decena de naturalizados es que pasan de los 29 años, siendo Norberto Araujo el mayor de todos, con 37. Es claro que el paso del tiempo resta el atractivo de los foráneos al momento de ponderar su permanencia con cupo de extranjero. Luis Miguel Escalada, por ejemplo, logró recuperar el interés de la directiva de Emelec obteniendo la nacionalidad en 2014.

Así fue como se aseguró dos temporadas más e igual número de títulos con la entidad ‘azul’, a pesar de su baja producción goleadora. Su visión la empiezan a contemplar otros foráneos que han perdido brillo pero que aún pueden ser útiles como jugadores nacionales.

Para este año se espera que la misma decisión tomen figuras como Marcos Mondaini y Fernando Giménez de Emelec, o Hernán Galindez de U. Católica.

Mientras que el valioso armador de la ‘Chatoleí’, Facundo Martínez, solo espera tomar juramento de la bandera y cantar el himno en las próximas semanas.  

Un proceso de hasta 80 días

El ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana establece como principal requisito para la naturalización el haber vivido mínimo 3 años en el país a partir de la obtención de la cédula ecuatoriana como extranjero. El portal www.tramitesciudadanos.gob.ec explica el formulario a llenar y los otros 6 documentos que el solicitante debe presentar. El proceso, luego de la entrega de los requerimientos, puede durar hasta 80 días y el costo es de 700 dólares. (I)