Guillermo Almada es perfeccionista y como consecuencia vive el partido con intensidad. Se ‘come’ el área técnica, la recorre una y otra vez. Pasa la mayoría de los 90 minutos con los brazos cruzados, pero en cada jugada que queda inconforme se voltea y mira a la banca, donde sus reclamos los desfoga con su asistente, Darwin Quintana. Se palmotea los muslos continuamente.

Un pase erróneo, una falta que a su consideración fue mal pitada en contra de Barcelona o un saque apresurado del golero Máximo Banguera causan malestar en el DT.

Su inicio del partido con River Plate Ecuador (la noche del sábado) fue contrastante a cómo lo vivió. Pasó 7 minutos sentado en la banca, sin referir palabra alguna. Se levantó tras una falta cometida a Wacho Vera, la que reclamó para que sea tarjeta amarilla. Desde ahí solo se sentó una vez, a los 30 minutos, por un instante, cuando el cotejo se paralizó por una falta.

Con un rival que jugó más en el campo propio, Almada buscaba que sus dirigidos encontraran los espacios para complicar el arco defendido por Alexis Tenorio.

El ‘Pep uruguayo’, como es conocido Almada en su país, en relación a que busca implementar un estilo de juego de ataque similar al del español Guardiola, no se conforma. Exige, exige y exige. El lateral que esté de turno por la banda cercana a la banca de suplentes se convierte en su asistente en la cancha. En el primer tiempo fue Mario Pineida quien acogió los requerimientos de su entrenador.

Almada festejó brevemente el  gol de Vera, a los 42 minutos, solo batió su puño derecho y de inmediato pidió a sus jugadores que se ordenen en la cancha. No le gusta perder tiempo. En este sentido, más de una vez le llamó la atención a Banguera para que apresure sus saques. También le reclamó en una ocasión en la que el guardameta dio un pase a Gabriel Marques, en lugar de a Tito Valencia, quien estaba en posición de ataque.

En la rueda de prensa tras el triunfo ante River, que mantiene a Barcelona como líder (34 puntos), el uruguayo indicó que sus reclamos son porque a veces ve que hay otro jugador que está mejor ubicado y se los hace saber.

Su mayor molestia fue a los 80 minutos, cuando Calderón avanzó con el balón y tenía por derecha a Jonathan Álvez y por izquierda a Christian Alemán, con solo dos defensas en la marca. El mediocentro no dio pase y disparó desviado, lo que ocasionó el enfado de Almada.

Tras el fin del partido, el estratega festejó a su estilo, brevemente, y luego se dirigió a la entrada del túnel, donde felicitó a los cuatro primeros jugadores que ingresaron; tras Pineida abandonó la cancha.

En la rueda de prensa ante River, Almada habló sobre el próximo cotejo, ante Emelec. “Los clásicos son partidos trascendentales, estamos muy conscientes de lo que vamos a jugar el miércoles”.

Para este encuentro, el DT contará con Damián Díaz, quien vuelve después de 4 partidos de suspensión; Ely Esterilla, a quien le dio descanso el sábado; mientras que Matías Oyola está en duda. (I)