Montevideo, Uruguay.-

La árbitra internacional uruguaya Claudia Umpiérrez, abogada de 33 años, entró en la historia del fútbol charrúa este domingo, al ser la primera mujer que dirigió un encuentro de la Primera División.

La colegiada, elegida como la décima mejor del mundo en 2015 por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS en inglés), impartió justicia en el Parque Saroldi en el encuentro que también fue histórico para el Boston River puesto que alcanzó su primera victoria en su historial en la Primera División al golear 5-1 a River Plate por la segunda fecha del Campeonato Uruguayo Especial 2016.

Vinculada al arbitraje profesional desde 2003 e internacional desde 2010, Umpiérrez superó varias etapas en su escalada hasta la élite. “El ascenso lo tomo como un premio a 13 años de mucho esfuerzo. Hoy mi objetivo principal es demostrar que no es una casualidad, que no vine a cubrir ninguna cuota de feminismo en primera división”, le dijo en enero al portal  Referí en donde contó su historia.
Sus influencias

Claudia Umpiérrez vivió su infancia y adolescencia en Pan de Azúcar, departamento de Maldonado. Tuvo desde el principio un vínculo muy cercano con el fútbol, deporte que jugó y que tenía grandes referentes entre su familia: una tía arbitra en el interior, su padre es entrenador, el abuelo materno también fue juez, y tiene un tío muy notorio, Rubén Pico Umpiérrez, que llegó a jugar en el fútbol internacional.

En su tierra natal ya sintió la vocación arbitral a los 16 años, al ver a su tía, pero recién ingresó a la Escuela de Árbitros cuando cumplió 18 y se mudó a Montevideo para estudiar en la Facultad de Derecho.

Ingresó al curso en 2002 y se recibió en 2004, tras dos años de mucho estudio y bastante práctica. Luego, en paralelo a sus estudios universitarios, ascendió peldaño a peldaño en la carrera arbitral; en los últimos seis años se desempeñó en la segunda categoría.

A finales de 2009 Umpiérrez fue aprobada como árbitra internacional FIFA. Casi al mismo tiempo, el Colegio de Árbitros la ascendió de la tercera a la segunda categoría, ascenso que obtuvo con el mejor puntaje. Después comenzaron a llegar las designaciones internacionales; la primera fue para el Campeonato Sudamericano Femenino Sub-17 de 2010 que se disputó en Brasil.

También estuvo en la Copa Libertadores de 2011, en el Torneo Sudamericano de 2012 en Bolivia, donde Uruguay clasificó a la Copa del Mundo de Azerbaiyán -y, por estar Uruguay en la ronda final, se la perdió- y también dirigió encuentros del Mundial asiático.

Arbitró en la Copa Algarve en Portugal el año pasado y tuvo una importante actuación en la Copa del Mundo Femenina de Canadá. Allí obtuvo excelentes puntajes y todo hacía suponer que sería la árbitra a la que se le asignaría la final, lugar que finalmente le otorgaron a una argentina. En ese partido fue la cuarta jueza, lo que se puede interpretar como un reconocimiento como la segunda jueza de ese torneo. Culminó el año con su participación en la Libertadores Femenina.

Ernesto Filippi fue profesor de Umpiérrez cuando era el titular de la Escuela de Árbitros. Se alegró  por su ascenso: “Es un hecho histórico su llegada a la primera categoría, condición alcanzada en forma muy meritoria”.

Consultado sobre sus virtudes específicas como árbitra, Filippi subrayó que “lo principal es que entiende el juego: no solo aplica el reglamento, sino que entiende muy bien el espíritu de este deporte y por eso se destaca (...) es muy respetuosa y se hace respetar. Va a andar muy bien en Primera”. (I)