Un día después de que lo hiciera Michel Platini, presidente de la UEFA, le llegó el turno a Joseph Blatter, presidente dimitido de la FIFA. El dirigente de 79 años se presentó ayer ante la comisión de apelaciones de la federación internacional para apelar su suspensión de 8 años de toda función en el fútbol.

Mientras Platini llegó a pie el lunes a la sede de la FIFA e hizo alguna declaración a la veintena de periodistas presentes en el sitio, ‘Sepp’ Blatter lo hizo con discreción a un edificio en el que reinó durante mucho tiempo.

Fiel a sus viejas costumbres de los tiempos de su presidencia, que comenzó en 1998, brutalmente interrumpida, el suizo llegó temprano en la mañana, escondido de las miradas de la prensa.

Los miembros de la comisión de apelaciones llegaron a la sede en una furgoneta un poco después, seguidos  por Jacques Lambert, que lo hizo en taxi, como testigo principal de Blatter.   

El presidente del Comité de Organización de la Eurocopa-2016 fue uno de los dos testigos, junto a Ángel María Villar, presidente de la Federación Española y vicepresidente de la UEFA, presentados por Michel Platini en su audición del lunes ante la comisión de apelaciones para probar la existencia de un contrato oral entre Sepp Blatter y él. El presidente de la UEFA, también suspendido 8 años, y Blatter fueron castigados debido a un pago de 1,8 millones de euros, sin contrato escrito.   

Lambert, al frente del comité de organización de la Copa del Mundo de 1998 y actual presidente del comité  de la Eurocopa-2016, es familiar a las instituciones del fútbol internacional. El francés dimitió el año pasado de la cámara de investigación de la comisión de ética de la FIFA. Al estar “dividido entre el deber de reserva y un deber de amistad”, había “elegido el deber de amistad” con Platini. (I)

Los dos dirigentes buscan objetivos distintos 

Blatter y Platini no persiguen los mismos objetivos en sus apelaciones. Si Platini intenta limpiar su nombre, restaurar una imagen ensombrecida y recuperar al menos su sillón de presidente de la UEFA, Blatter no puede esperar gran cosa. Con casi 80 años, que cumplirá el 10 de marzo y su carrera casi terminada, Blatter tiene pendiente un proceso penal por un “contrato desfavorable a la FIFA” sobre los derechos de retransmisión televisada de los Mundiales de 2010 y 2014. (I)