La estrella del Real Madrid Cristiano Ronaldo pasó ayer por el juzgado que investiga un presunto fraude fiscal de 14,7 millones de euros cometido por el delantero portugués entre 2011 y 2014. Tras declarar una hora y media, ‘CR7’ no compareció ante los medios de comunicación, tal y como se había anunciado en las horas previas debido a la enorme expectativa levantada en buena parte del planeta.

Unos 200 periodistas, algunos de países como China y Japón; decenas de fans y curiosos, y un despliegue policial propio de un duelo entre Real Madrid y Barça aguardaban su llegada. Pero en su lugar apareció Iñaki Torres, responsable de comunicación de Gesticule, la empresa que representa al astro luso. 

Torres se limitó a explicar que el interrogatorio transcurrió sin sorpresas y que el futbolista se encontraba camino de su casa. “En 15 o 20 minutos se emitirá una nota de prensa”, afirmó el responsable de comunicación del mejor futbolista del mundo del pasado año.

Dos horas más tarde, ‘CR7’ explicó a través de un comunicado enviado a las principales agencias de comunicación que jamás ha ocultado nada ni ha tenido intención de evadir impuestos. Algunas fuentes próximas al jugador aseguran que él llegó a decir a la jueza Mónica Gómez Ferrer que instruye su caso que si no se llamara Cristiano Ronaldo “no estaría sentado prestando la declaración”. El goleador del Real Madrid también subraya en el documento remitido a la prensa que la hacienda española conoce en detalle todos sus ingresos durante sus ocho años de estancia en España, “porque se los he entregado, ya que siempre hago mis declaraciones de impuestos de manera voluntaria”.

La estrella ‘merengue’ llega a describir en la nota su percepción personal sobre el significado de pagar los impuestos para un país. “Todos tenemos que declarar y pagar impuestos de acuerdo a nuestros ingresos”.

Por último, Ronaldo explica que las órdenes que siempre dicta a sus colaboradores financieros es “que lo tengan todo al día y correctamente pagado”, porque no quiere problemas, señala en el comunicado difundido durante la tarde de ayer.

Pero las intenciones no suelen contar en estos casos. Según la denuncia de la Fiscalía de Madrid, Cristiano Ronaldo habría cometido un fraude tributario de 14,7 millones de euros entre 2011 y 2014 gracias a una estructura societaria creada en 2010 con la que el futbolista habría ocultado al fisco las rentas generadas en España por los derechos de imagen, un incumplimiento “voluntario y consciente”.

Las cuotas supuestamente defraudadas, y que ahora se investiga su intencionalidad, son de 1,39 millones en 2011, 1,66 en 2012, 3,20 en 2013 y de 8,5 en 2014. Además, la Fiscalía asegura que Ronaldo presentó en su declaración del IRPF de 2014 unas rentas generadas entre 2011 y 2014 de 11,5 millones de euros, cuando las realmente obtenidas fueron de casi 43 millones de euros.

Frente a esta tesis, el archipoderoso despacho de abogados Baker&McKenzie que se ha hecho cargo de la defensa de Cristiano, argumenta diferencias de criterio sobre la valoración de los derechos de imagen obtenida en España. “Una mera discrepancia valorativa, que no puede considerarse dolosa porque se basa en una interpretación razonable de la norma, no existían precedentes y la conducta del contribuyente fue razonable y diligente, con la información existente en 2014”, indicaron ayer fuentes del equipo jurídico del futbolista.

Para demostrar que los derechos de imagen de ‘CR7’ proceden de anuncios y eventos realizados por compañías que difunden el nombre del futbolista fuera de España, y por tanto los beneficios no pueden ser declarados en España, los abogados encargaron un informe a la consultora estadounidense Nielsen donde se dictamina que solo el 6% de los ingresos cobrados por derechos de imagen de Cristiano Ronaldo procede de fuentes españolas. En otras palabras, lo que la defensa jurídica del Balón de Oro de 2016 trata de mostrar a la jueza es que el peso que supone España en los ingresos de imagen de Cristiano Ronaldo es insignificante en comparación con lo que le reporta el resto del mundo. (I)