Pese a la amenaza de una huelga de árbitros, la undécima jornada de la liga portuguesa de fútbol comenzó ayer, pero los colegiados lanzaron un ultimátum a todos los clubes del balompié profesional para que cesen las críticas contra su labor.

Si sus reivindicaciones no son escuchadas, “la indisponibilidad de los árbitros de la primera división será efectiva en un plazo de 20 días”, indicaron en un comunicado enviado a la AFP por la Asociación Portuguesa de Árbitros de Fútbol (APAF).

Los árbitros solicitan a los clubes y a sus representantes que se abstengan de hacer insinuaciones que pongan en duda el honor y de acusarles de cometer errores de manera intencionada o de perjudicar siempre al mismo club.

Los árbitros llevan varias semanas reclamando un mejor trato por parte de los clubes, jugadores e hinchas. Pero fecha tras fecha las críticas se han incrementado.

Esta no es la primera vez que el grupo de jueces hace una advertencia de esta magnitud. En 2016 y también por declaraciones de dirigentes amenazaron con paralizar sus funciones si no se retractan.

En aquella ocasión la federación nacional intervino y el asunto no pasó a mayores.

También defendieron la creación de una entidad reguladora que se encargue de sancionar a los que no respetan las normas éticas y disciplinarias. (I)